Caroline Vignal nos presenta su opera prima, una divertida y original comedia que viene con el sello del Festival de Cannes. Laure Calamy y el burro Patrick son los verdaderos protagonistas de este viaje por las Cevenas, camino que relató el escritor escocés Robert-Louis Stevenson en Voyage avec un âne dans les Cévennes. El itinerario se compone de seis etapas de unos veinte kilómetros al día.

La historia no cuenta el día a día de Antoinette, una profesora de primaria, en plena ebullición tanto sexual como espiritual. Estamos en el último día de clase y todos los alumnos junto con la profesora interpretan una canción delante de todos los padres. Antoinette mantiene un romance en secreto con Vladimir, el padre de una de sus alumnas.

Su objetivo es pasar la semana con él en París, pero sus planes se vienen al traste cuando Vladimir le comenta que se va junto con su mujer y su hija a la montaña para hacer una excursión en burro y recorrer unos senderos. Ella ni corta ni perezosa decide hacer el mismo viaje para intentar encontrarse con su amante.

El problema es que no está para nada preparada para hacer los duros itinerarios de las rutas, y encima se alquila un burro para que le haga compañía durante todo el recorrido. Los momentos de la protagonista juntos con el burro son lo mejor de la película. También destaca mucho los paisajes y la fotografía.

La película funciona bien, tampoco arriesga demasiado, nos regala momentos divertidos con otros más dramáticos. El burro le servirá a Antoinette, un poco como terapia, ya que le cuenta todos sus problemas, como si le fuera a dar respuestas. Tal y como está la cartelera hoy en día, es una película agradable y que te dejará con un buen sabor de boca.

Lo mejor: La escena de la profesora cantando junto con los alumnos
Lo peor: Va un poco de más a menos y acaba siendo muy previsible.

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