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Voto de Alberelvis:
9
Serie de TV. Thriller. Drama Serie de TV (2015-2019). 4 temporadas. 46 episodios. Elliot Alderson es un joven y brillante programador con problemas para las relaciones sociales que durante el día trabaja como técnico de ciberseguridad de una importante empresa informática y por la noche es un desinteresado justiciero cibernético, que se verá envuelto en una oscura trama. (FILMAFFINITY)

4 de mayo de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estaba una vez más procrastinándome, disfrutando de ese run run de las series y películas que te pones de fondo mientras disimulas y te autoconvences de que estás estudiando. Acababa yo de terminarme una serie de 7 temporadas y que tras horas parcialmente invertidas en tal materia, ni siquiera sé cómo se llama. Estaba sumido en una excusa, en buscar algo a lo cual criticar despiadadamente mientras la época de exámenes transcurría como un escenario en mis tardes.

Di con Mr Robot. No lo conocía de nada, solo resonaba en mi cabeza el eco de ese nombre pronunciado por gente que hablaba indistintamente en el metro, por algún que otro transeúnte por la acera o un compañero de cruzadas hacia interlocutores ajenos. No sé por qué, pero me embarqué, y gracias a la providencia que lo hice.
Mr Robot es una de las mejores series que he visto en mi vida, el motivo, de tantos, se diluye y me convierte a mí, como espectador, en alguien a merced de la narrativa, a merced de las tramas y trampas del director. Esta es una sensación que hoy me era casi desconocida, olvidada, muchos años hacía que mi cabeza, intentando analizar todos y cada uno de los elementos que componen una obra, me impedía genuinamente disfrutarla; iluso, encontraba solo fascinación en descuartizar los trucos, y no en dejarme deslumbrar por su magia… Pero aquí, eso ha cambiado.

Mr Robot arranca como lo que creía que sería, un derroche de pirotecnia, cuartos oscuros, ordenadores y chicos vestidos de negro que, como si de superhéroes se tratasen, combaten el mal y la creatividad a partes iguales. No podría haber estado más equivocado. Sí, existe ese trasfondo, esa excusa infantil para presentarnos las piezas del tablero, esa idea de que el mal personificado en una empresa con ese mismo nombre puede ser erradicada como quien erradica una enfermedad solo tratando sus síntomas; la serie habla no a cerca esa lucha, sino a cerca del “por qué” de esa lucha.

La respuesta a esa pregunta no se desvela hasta el mismo final de la serie, pero es durante el transcurso de esta donde exploramos junto al protagonista, todos y cada uno de los recovecos de su mente, cada uno de los fragmentos que componen su frágil personalidad y entenderemos al fin la única pregunta que importa, el por qué.
Las estrategias narrativas se convierten en parte de la historia y toman sentido gracias a la locura en la que se ve sumido nuestro protagonista, Eliot; así pues, nos convierte al espectador en otro personaje más de la acción, condicionando con nuestra presencia la historia y haciendo gala de unos recursos que exclusivamente había visto antes en obras de peso histórico como lo es el mismísimo Lazarillo de Tormes con su narrador mentiroso. (Hay que tenerlos enormes)

Los personajes secundarios se pueden contar con los dedos de una mano, pero eso no lo hace una serie menos rica porque se hace un trabajo estupendo hablándonos de como lidian con sus trágicas o insípidas vidas; Ángela pasa de ser la base de la cadena trófica a trabajar codo con codo con los que en el pasado fueron sus depredadores, cambiándola y convirtiéndola en una mujer con un ego del que hace no demasiado renunciaba, y terminado por sucumbir ante la culpa y siendo víctima de la misma; la agente DiPierro y la dicotomía que representa ver a la que debería ser imagen de la virtud; sola, incompleta y tan vacía como los dogmas a los que se ha decidido adherir. Tyrell se presenta como la imagen antagónica de Eliot, de la estética contra la ética, del ser contra el aparentar y de la tesis contra su antítesis; aquí se trata con delicadeza el valor del poder y el peso subjetivo de la importancia, es algo que merecería páginas y páginas de trato, pero solamente diré que la elegancia con la que se trata esa dicotomía sin elevar ninguna de las dos que la compone, es uno de los pilares que sustenta el principio de complementariedad de la misma forma que lo hace Eliot a la hora de luchar contra sus personalidades.

Es esa simbiosis, esa idea de que las cicatrices son las que endurecen la piel, la que da lugar a episodios tan complejos como lo son la parodia de Sitcom durante la paliza a Eliot y como Mr Robot le libra del dolor, aquí se nos demuestra que este no es nada más que una herramienta, un analgésico que ayuda a nuestro protagonista a vivir consigo mismo.

La serie, por si no fuere poco, plantea una crítica siempre como trasfondo a una sociedad dormida y consumida por sus ilusas ambiciones, por su pan y circo; mientras el suelo sobre el que pisan se tambalea, no hacen sino sacar los móviles, ponerse a grabar y seguir como rebaño los cánticos que otros deciden poner en sus bocas; miren a los fondos, ajenos, revolucionarios o pasivos en función de acontecimientos arbitrarios, revoluciones por un 4 y no por un 5, revoluciones por un 10, pero no por un 13, supongo que serán los números primos… Tobias (Mr Santa) representa precisamente eso, como en la sociedad tú no eres el protagonista, porque no hay discursos elocuentes y porque los pastores no siempre son los que guían al rebaño, sino que lo hacen sus lobos.
Algunos episodios autoconclusivos lidian con el miedo, la impasividad del dolor y los lazos afectivos; de como los buenos pueden convertirse en verdugos y de como atravesar las mismas líneas dibujadas por el diablo, quemadura tras quemadura, te van deformando y convirtiendo en poco más que su súbdito. Olivia, un personaje que aparece en tan solo un par de episodios, representa exactamente eso, y como el que se supone que es un héroe, Eliot, con sus acciones, acaba empujando al borde del suicidio a una víctima de todo esto. Episodios como ese, te hacen cuestionarte quien era en principio la víctima y quien el verdugo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alberelvis
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