Me zambullí gustoso en esta nueva propuesta de NETFLIX, animado por tanta buena crítica profesional, sobre todo, y aunque desprendía cierto olor a pastiche made in NETFLIX, decidí darle una oportunidad, y se la di, hasta el último capítulo, y puedo asegurar que es otro producto mediocre de la plataforma, muy bien envuelto eso sí, pero vacío de contenido.
Desconozco hasta que punto el argumento de esta miniserie ( de momento ), es fiel al libro en el que se basa, pero es esqueleto argumental lo pueden escribir dos guionistas en media tarde, el resto es floritura vacía y bastante mal ejecutada. Alargan artificialmente la trama estirando el tema de los conjuros, explicaciones pocas, tamoco es que sean necesarias porque como digo en el título de la crítica, si te parece raro o ilógico es que lo hizo un mago. Esperé hasta el último minuto un final redentor que nunca llegó.
Las actuaciones son de lo poco que podemos salvar de esta serie, sobre todo la de las dos protagonistas que son por si solas capaces de mantener a flote este carguero a la deriva. Destaco también la ambientación y la fotografía que consiguen crear una atmósfera opresiva, ligeramente asfixiante por momentos.
En conclusión la serie fracasa en todo lo que se propone, ni da miedo, ni te deja mal cuerpo ni es tan gore como pretende ni vale como thriller. He leído por ahí que si denuncia del acoso en hollywood etc etc, pues tampoco. Lo mejor las actuaciones (algunas) y que son ocho capítulos...de momento.