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Voto de domingoporlatarde:
7
Drama. Romance Nueva York, años 20. En la alta sociedad norteamericana, llama la atención la presencia de Jay Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas en su gran mansión de Long Island. Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor que dejó escapar años atrás. Para ello se hará amigo de su vecino recién llegado, el joven Nick Carraway. (FILMAFFINITY) [+]
17 de mayo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A priori puede parecer que juntar El Gran Gatsby y Baz Lurhman debería implicar, por lo menos, una propuesta interesante y novedosa. En este caso, lamentablemente la película se queda en pasable.

Si la película no contara con la gran historia de Fitzgeral como base sería difícil que se sostuviera, y es que la primera parte recuerda demasiado a sus anteriores trabajos: Luhrman no sale reforzado de este film. Si bien Romeo y Julieta y MR mostraban una visión muy personal, apreciándose una evolución en su estilo de combinación de técnica moderna (los planos congelados, los detalles, los movimientos rápidos...) e historia "clásica" que encajaba, en El gran Gatsby da la sensación de repetir los mismos trucos pero sin ese efecto sorpresa, dando la impresión de que las ideas ya se han agotado: el narrador- escritor de Moulin Rouge que aparece y desaparece y narra los sucesos desde el presente, unos movimientos de cámara que son casi idénticos a los de la escena del can-can y de la presentación de la tropa Bohemia de MR, el uso de la música contemporánea (que aquí resulta demasiado estrambótica cuando se abusa del hip hop...), etc.
Por otra parte, el uso constante del croma no ayuda: los personajes pasan gran parte del metraje con un halo verde y en unos decorados que, aun pretendiendo mostrar un aspecto de falsedad (a tono con la sociedad de la época), la evidencian demasiado.

Según la película avanza, la película prescinde poco a poco de los accesorios técnicos y se centra en la trama, y es aquí cuando engancha y funciona. Destaca sobretodo el gran trabajo de los intérpretes masculinos, con un enorme Leonardo Dicaprio (que borda este personaje vulnerable, uno de los pocos de este perfil en su carrera) y un solvente Edgerton. Maguire y Mulligan se dejan eclipsar con demasiada facilidad.

El gran Gatsby deja un sabor agrio y amargo.
Amargo porque consigue que al final el espectador se involucre y se compadezca con los protagonistas.
Agrio porque cuando por fin el espectador consigue olvidarse de esa primera hora de imitación, los "alardes" de técnica (sobretodo unos grafismos y sobreimpresiones que aparecen sin estar motivados en el inicio) vuelven a separarlo de la historia.
Aún así, merece un visionado.
domingoporlatarde
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