Definitivamente mi paladar no es el mismo del de la mayoría de espectadores. Donde ellos ven genialidad, belleza, maestría y no se qué cosas más yo veo una de las películas más aburridas que recuerdo (sus larguísimos 133 minutos hacen que el visionado completo te resulte casi insoportable), con una argumento tan falto de interés como pocos (el transporte de ganado, ¡qué emocionante!), con un desarrollo narrativo lento, pesado y aburrido (te puedes dormir y al despertar te encontrarás con la misma secuencia: a los vaqueros conduciendo a las vacas) y con una cantidad de escenas surrealistas o ridículas que lo único que consiguen es hacerte reír por lo penoso que te resulta todo. Por ejemplo, todas en las que aparece la chica resultan lamentables.

Supuestamente "Río Rojo" pivota sobre el antagonismo creciente de Thomas Dunson (John Wayne) y Matthew 'Matt' Garth (Montgomery Clift) y con él, el del resto de cowboys. Lo que sucede es que el problema llegado cierto punto se para en seco, se congela y al final desaparece (SPOILER). Entonces como no hay nada que reprocharse, la película a la postres supone una aprobación de lo que hemos visto hasta el momento. Y lo que hemos contemplado es una de las más descaradas apologías del crimen, incluyendo no sólo actitudes menores como la amenaza o el abuso de poder sino los golpes (por ejemplo, a latigazos), el robo masivo (desde las tierras de Don Pedro, legadas por el mismísimo Rey de España hasta todo ganado que se cruce en su camino), el asesinato (a ver a cuantos matan e intentan matar por su chulería) y hasta una invitación a la violencia hacia las mujeres (frase textual de la chica: "Pégame en la boca").

De esta forma "Río Rojo" te resulta antipática pues uno intuye que tal antagonismo se va a cerrar en falso. Lo que uno no sospecha es que en el último tramo va a aparecer la chica, Tess, para estropear definitivamente la historia. Además de enamorarse locamente nada más verlo, lo cual es absurdo, su presencia es tan forzada como fuera de lugar. De todos modos demuestra que, pese a ciertas debilidades, es la más dura del Oeste. Y si no vean como le clavan una flecha y ni siquiera se inmuta, ni un gesto de dolor siquiera. Luego su actitud no tiene nada que envidiar a la de cualquier rudo cowboy. Aunque os preguntaréis, igual que yo, si es prostituta o no o porqué se pone ese vestido de luto. ¿Tan poca confianza tiene en su hombre? Claro que en el fondo, pese a toda esa pose, su proceder es de lo que califico yo de arrastrada total: una chica que se ofrece de inmediato, que se entrega totalmente sin esperar nada a cambio, sin la más mínima garantía de que sea correspondida, encantada de que la usen porque no puede aspirar a nada más y que incluso le incita a él a que le pegue.

Puestos a sacar punta, parece que Matt y Cherry pierden aceite el uno por el otro. ¿Celuloide oculto o falsa impresión? Y si no atención al diálogo de las pistolas, las miradas y gestos que se lanzan y especialmente el duelo final y, en general, todos los duelos.