Como si se tratara, más que de una continuación, de un guiño a aquella maravillosa película de Steve Martin de 1991, "El Padre de la Novia", llega "Los padres de ella", acertadísima comedia romántica, más de lo primero que de lo segundo, que pivota, como en parte la otra, sobre la tirante relación entre suegros y yernos. En realidad, Jay Roach se inspira en una obra de cine independiente de 1992 que protagoniza, escribe y dirige Greg Glienna, al parecer sobre una experiencia personal y de sus allegados. No importa, le salió un bombazo divertido e ingenioso que se colocó en el número siete de las más taquilleras del mundo y en Estados Unidos en el año 2000, sextuplicando el dinero invertido en ella.

Como he apuntado antes la película parte de una idea de gran potencial cómico. Greg Focker (Ben Stiller), cuidado con el nombre que dará mucho juego, va con su novia Pam Byrnes (Teri Polo) a casa de los padres de ella con motivo de la boda de su hermana pequeña. Si ya es poco palo el trámite de conocer a tus futuros suegros, que además pertenecen a un estrato social superior al tuyo, la cosa se complica cuando el patriarca es un desconfiado exagente de la CIA, sobreprotector y prejuicioso. A partir de aquí el fin de semana se descontrola con meteduras de pata de Greg y gags desternillantes. Podría tener más mala leche aún, aunque no ordeñada, pero aún así la pondré en nuestro círculo de confianza.