Philip K. Dick. Esa es la razón por la que he visto esta película. Bueno, también me animo el repaso a la vida del maestro literario, genio atormentado, suicida frustrado, y las adaptaciones cinematográficas de sus obras por parte del programa Días de cine.
A lo que voy, Destino oculto entretiene, igual que cualquier película de acción mezclada y agitada con la ciencia ficción, y resulta agradable seguir las carreras de Damon por las calles de Nueva York. De esas películas que cuando se apagan las luces y aparecen los créditos, te vas satisfecho porque lo has pasado bien y has desconectado. Claro que al día siguiente, o nada más salir, dependiendo de cada cual, seguirás con tu vida pues no deja poso alguno.

Es cierto, parte del reparto es de nivel, Matt Damon y Emily Blunt están muy bien, puedes ver tu vida y la de la persona que quieres, has querido o querrás plasmada en la pantalla, casi traspasándola para alcanzarte. La empatía no falla, aunque sean personajes de catalogo sin rarezas, de las que dotan de carisma y humanizan. Y entre los secundarios se agradece la presencia del señor Terence Stamp. Pero es que otros secundarios no están muy afortunados, sus personajes parecen perfilados con brocha gorda, y algunos momentos protagonizados por estos caballeros con sombrero resultan un tanto cómicas, por no decir algo bochornosas.

Es perdonable, por supuesto, pero no es lo único. Cuando veo Destino oculto, pienso irremediablemente en Dark City, y al pensar en ella, veo lo inferior que resulta esta otra al compararlas.
Lo que me cuesta perdonar es que Destino Oculto es un conjunto de escenas con vagas y a veces absurdas situaciones o explicaciones, las justas para ir avanzando, pero que provocan el sonrojo a poco que uno se pare a meditar un instante.

Mi conclusión final sería que para pasar un buen rato es perfectamente valida y al final es lo que cuenta, pero no se puede ir más allá. No te la crees, tampoco es de esas películas que se esfuerzan por convencerte, al menos no demasiado. No obstante se nota de que mente ha salido, eso es bueno, aunque no logre alcanzar cotas de gran cine.