¿Qué les puedo decir? Hayao no falla. No falla ni siquiera en una historia manoseada como la de la sirenita, y eso es porque el genio japonés tiene su voz, su estilo y su bendito arte. Ponyo es una historia llena de momentos maravillosos, un mensaje ambientalista oportuno y personajes realmente entrañables. Es cierto que no entra en el cielo de sus obras maestras al estilo de Nausicaa o Chihiro, pero es una aventura que se disfruta montones. Es de esas películas para sentarse en familia con los más peques de la casa, no sé que pasa en sus hogares pero en mi pequeño aposento, poner algo de Hayao es sentarse hipnotizado lleno de respeto por ese mundo y verlo sin distracciones, e incluso con Ponyo nos pasó, todas las diferentes generaciones sentados en la sala entrando en una fantasía de la que no queríamos salir. Al final Hayao es un canto de amor por los sueños, a la amistad, al medio ambiente y la aceptación.


Opinión Final: La mega diferencia de visiones entre esta sirenita de Hayao y la clásica animada de Disney nos demuestra la visión del maestro japonés, su respeto y amor por sus inolvidables personajes femeninos y la fantasía de su mundo. Meterse en un filme de Hayao es una aventura total, un autentico viaje de fantasía honesto y liberador. Muy bonita película familiar.