El personaje principal de esta serie es un presentador de noticias llamado Will McAvoy (Jeff Daniels), que a la hora de dar las noticias muestra toda la sutileza de una taladradora.

Los personajes no hablan, predican, y con frecuencia McAvoy fulmina a sus espectadores con sus monólogos que terminan aburriendo con el tiempo.

En mi opinión, un telediario es el peor vehículo en el que promulgar los valores y creencias que se profesen, pues debería limitarse a dar las noticias y ser imparcial. Con estridentes y santurrones amigos como estos, el periodismo no necesita enemigos.

Los personajes de esta serie, no son realmente personas como tales, sino que funcionan como un sistema de creencias que Sorkin nos entrega. No trates de buscar consistencia en su comportamiento, porque no lo vas a encontrar. (Otra ironía: Will y sus colegas constantemente se quejan de la falta de profesionalidad y decoro en el negocio de las noticias, sin embargo, siempre actúan de manera que me hace perder el respeto por ellos como profesionales). Cuando no se dedican a la docencia (o acoso verbal), se pasan todo el tiempo felicitándose a sí mismos.

Sorkin utiliza a sus personajes unidimensionales para dar lecciones de periodismo, pero este ejercicio pedante no ayuda a disfrutar de ellos.

Y que conste que me entusiasma "casi" todo lo que hace HBO, que me gustó mucho "La Red Social" y que estoy a favor de la celebración del duro y, a menudo, poco reconocido trabajo que hacen los periodistas.