Tremendo. Un guion que cualquier adolescente de 15 años podría mejorar considerablemente, unas interpretaciones de risa (y lo digo absolutamente en serio), unas situaciones ridículas hasta decir basta y unos diálogos que producen vergüenza ajena.
Eso sí, una cosa buena le hemos sacado mi hijo y yo hoy. Es tan, tan, tan mala que hemos empezado a reírnos y al final hemos pasado un buen rato a costa de una película que cuesta creer que se haya no solo concebido, si no, además, "parido".
Por ese rato de risas...este engendro tiene un 2.