Juntar a Naomi Watts y a Edward Norton fue un acierto en 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)' donde dejaron escenas bastante buenas juntos. En la década pasada tuvieron su primer encuentro, sin ser, para mi gusto, tan fantástico como lo fue la cinta de Alejandro González Iñárritu.

Aquí, Watts y Norton son una pareja que se conocen de sopetón (literalmente) y terminan casándose sin conocerse demasiado el uno al otro, vamos un 'aqui te pillo, aqui te mato' con boda incluída, solo que luego la cosa se tuerce cuando entra un tercero a escena.

No había mala base para tratar este argumento; pero el principal defecto es que no conseguí enganchar con la historia ni empatizar con ningún personaje. Mi papel de espectador no pasó nada más del estricto sentido de la palabra. Viendo la cinta no hay duda de que pusieron empeño en que saliera bien; para mi, he visto películas de amor doloroso mucho mejores.

Al menos cumple el objetivo básico de cualquier película, entretener. Con eso ya puedo decir que no he perdido el tiempo.