Recuerdo ver esta película en los tiempos en los que los videoclubes eran la norma y no un sitio ya olvidado y haberme gustado por todo ese mundillo de los ordenadores y la trama en general. No recuerdo si después lo vi más veces o no, pero estaba claro que necesitaba una revisión.

Han pasado más de 25 años desde el estreno y para algunas películas puede suponer una losa insalvable el paso del tiempo, mientras que para otras les supone la reafirmación de su calidad. Esta se encuentra en la segunda categoría.

En apariencia puede parecer un filme tonto sin muchas pretensiones, pero es una película que se toma lo suficientemente en serio a sí misma sirviéndose de la cultura 'hacker' y un mundo como es el de los ordenadores cada vez en más expansión adelantando lo que sería la actualidad.

Iain Softley retrata a un grupo de estos 'hackers' liderados por Jonny Lee Miller y Angelina Jolie que se ven envueltos en una trama a gran escala que les puede llevar a la cárcel. Mientras resuelven el entuerto el espectador descubre el submundo de los piratas informáticos de una forma desenfafada y respetuosa a su vez con personajes variopintos como el que interpreta por ejemplo Matthew Lillard que roba la escena cuando aparece y adornado con música electrónica de los 90 como 'Halcyon On and On' de Orbital o 'Cowgirl' de Underworld.

Décadas más tarde esta película ha pasado un poco al olvido, pero creo que merece sobradamente el estatus de película de culto por saber manejar la línea entre ligereza y seriedad y cumplir con el propósito básico de entretener.