No fui un fan del cine de superhéroes hasta bien entrada la época de Marvel Studios y cuando Zack Snyder intentó hacer lo suyo en Warner Bros (hasta donde le dejaron al pobre), por lo que esta 'El castigador' me ha llegado 20 años después de su estreno. Y tengo que decir que todos los palos que se le dieron me parecen inmerecidos.

Es decir, esta película da lo que promete: acción, peleas sin miramientos por el espectador (aunque he echado de menos más sangre en estas secuencias) y un reparto de nombres de sobra conocidos que están como se esperan de sus reputaciones. Thomas Jane interpreta sólidamente a un Frank Castle torturado y psicópata quien busca castigar a un Howard Saint interpretado por un John Travolta, quien aparte de bailar e interpretar muy bien también se le daba ídem los papeles donde no era el buenazo, como es este caso. Un mafioso que no se anda con miramientos y que si le miras mal, él te mirará peor.

Secundarios de lujo como Samantha Mathis, Roy Scheider (D.E.P.), Laura Elena Harring (la que menos luce del reparto y eso que venía de trabajar con David Lynch, su rol es poco más que una mujer florero), Rebecca Romijn, un malo maloso en esta ocasión y secundario de lujo como Will Patton o un desconocido por aquel entonces Ben Foster ponen también su parte para que Jane y John Travolta no tengan que aguantar ellos solos el peso de la producción.

En líneas generales, es un filme más que satisfactorio con unos orígenes contados con un ritmo adecuado (impagable la secuencia donde Frank Castle perturba su mirada cuando encuentra dañada la camiseta con la calavera tras todo el jaleo) y lo que viene a continuación con la historia de castigo con toques de redención merece la pena por igual. Bien es verdad que la subtrama de Castle con la 'familia inadaptada' (Romijn, Foster y John Pinette) estaba cogida con pinzas porque choca con el carácter solitario que suele tener el personaje, pero entiendo el propósito; además, esperaba una resolución más larga entre antihéroe y villano, pero acepto lo que se ofrece.

No sé que esperaría el público de una adaptación de cómic. Quizás esperaban una adaptación aún más apegada de los cómics, mas lo que se ve en pantalla no me parece que entronque con el material gráfico. Estamos ante un largometraje que no inventa la Coca-Cola y, sin embargo, lo que hace, lo hace bien.