La primera vez que vi este Episodio I fue en los cines en aquel lejano 1999 cuando no había pandemia ni crisis económica y los tiempos eran algo más felices, y desde entonces no recuerdo si la había revisado alguna vez más por lo que ya tocaba echar un nuevo vistazo a esta y a los episodios II y III.

Yo era muy joven para valorar el regreso de Star Wars cuya intención era narrar como se llegó al episodio IV con George Lucas de nuevo en la dirección; imagino que algo de expectación habría al contar de nuevo con el creador a bordo. El paso de los años y la existencia de los no del todo bien recibidos episodios VII, VIII y IX habrán puesto a este filme en un lugar mejor.

Una vez re-vista sigue sin parecerme que esté a la altura de la primera trilogía; sin embargo, consigue ser bastante entretenida con una historia que tiene algunos elementos de base prometedores como ver a Palpatine ya maquinando y la entrada de Anakin como un niño mecánico en Tatooine. Falla, eso sí, cuando entran en escenas de trama política bajando algo el interés, pero no llegan al abuso.

El nuevo reparto de personajes me parece bien elegido, no tengo ningún problema con Liam Neeson y Ewan McGregor quienes me parecen los actores adecuados para sus respectivos personajes, Natalie Portman está correcta y Jake Lloyd también. Destacar también a Watto que, de los nuevos, me parece el mejor personaje; otra cosa es Jar Jar Binks. Hay muchísima gente que le tiene más manía que un vegetariano a un restaurante de comida rápida, yo no llego a ese punto si bien tampoco me parece un imprescindible. Es más valioso por su trama de los Gungan que por sí mismo. Es un personaje que me provoca indiferencia.

El paso de los años ha tratado medianamente bien esta primera precuela. No llega ni a la misma altura de cualquier película de la primera trilogía, pero si me parece mejor que los episodios VIII y IX juntos; este Episodio I tiene cosas que le faltan a Los últimos Jedi y El ascenso de Skywalker, que son personajes mejor construidos, más seriedad con momentos cómicos que no dan pena y escenas que han quedado para la posteridad de la franquicia, las famosas carrera de vainas y el duelo final entre Qui-Gon y Obi-Wan vs Darth Maul.

Otra cosa va a ser el Episodio II que no arrastra muchos devotos que digamos. Habrá que ver cual es su sitio.