Media votos
5,9
Votos
497
Críticas
495
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Nadja:
7
7,5
19.414
Ciencia ficción. Romance. Drama
Cuando Frank y Amy se conocen gracias a un programa de citas que pone fecha de caducidad a las relaciones, pronto empiezan a cuestionarse la lógica del sistema. Episodio de la cuarta temporada de Black Mirror. (FILMAFFINITY)
31 de diciembre de 2017
48 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta nueva entrega,Charlie Brooker nos presenta un episodio que no sigue la lógica a la que nos tiene acostumbrados.
Sigue habiendo una critica mordaz a la sociedad en la que vivimos y a los avances tecnológicos pero esta vez nos demuestra que todavía queda esperanza. Que depende de nosotros mismos salir del túnel oscuro en el que nos hemos metido por decisión propia.
En un futuro distopico que se nos asemeja un poco a ''Langosta'' de Yorgos Lanthimos; Amy y Frank intentan no contradecir al sistema que les han enseñado a creer y venerar por encima de todo.
Buscar su media naranja, esa persona que encaje contigo para siempre se ha convertido en el único motor de la vida de los personajes.
Y así van pasando los días. De cama en cama. De historia en historia. De una manera lenta y horrible. Sabiendo de ante mano cuando te separaras de la persona con la que compartes un tiempo que ya estaba programado con antelación.
Un futuro tan lejano no nos resulta tan extraño teniendo en cuenta como desde montones de aplicaciones se nos empuja a buscar una pareja con la que tengamos compatibilidad a partir de un par de datos que nada tienen que decir de nosotros mismos.
Anulando el factor sorpresa de conocer a alguien de forma inesperada y conectar de imprevisto. Despojándonos de la capacidad de sorprendernos viendo como otro llena un vació que no sabíamos ni que teníamos.
Frank y Amy son dos piezas mas de ese engranaje en cadena que promete hacerte pasar por todo tipo de experiencias desagradables y placenteras que amortiguan la caída con la falsa expectativa de que el final traerá un resultado mas alentador que valdrá la pena esperar y con el que te acabaras conformando.
Pero en esta historia ocurre algo que no estaba destinado a ser.
Nuestros protagonistas deciden saltarse la norma y atreverse a vivir sin seguir lo preestablecido.
Y sera entonces cuando la verdadera simulación empiece.
Porque enamorarse es ante todo arriesgarse, no tener en cuenta las horas, jugarse la caducidad de un sentimiento prematuro y adentrarse en lo desconocido por incierto que sea.
Aquí Brooker nos arroja otra vez mas un poco de luz ante tanta pesadumbre y patetismo. Y como hizo con San Junispero, pero sin que esta entrega sea tan notable volvemos a creer que el ser humano sigue creyendo que los sentimientos reales pesan mas que la fría lógica y que el corazón tiene mas poder que cualquier maquina.
Sigue habiendo una critica mordaz a la sociedad en la que vivimos y a los avances tecnológicos pero esta vez nos demuestra que todavía queda esperanza. Que depende de nosotros mismos salir del túnel oscuro en el que nos hemos metido por decisión propia.
En un futuro distopico que se nos asemeja un poco a ''Langosta'' de Yorgos Lanthimos; Amy y Frank intentan no contradecir al sistema que les han enseñado a creer y venerar por encima de todo.
Buscar su media naranja, esa persona que encaje contigo para siempre se ha convertido en el único motor de la vida de los personajes.
Y así van pasando los días. De cama en cama. De historia en historia. De una manera lenta y horrible. Sabiendo de ante mano cuando te separaras de la persona con la que compartes un tiempo que ya estaba programado con antelación.
Un futuro tan lejano no nos resulta tan extraño teniendo en cuenta como desde montones de aplicaciones se nos empuja a buscar una pareja con la que tengamos compatibilidad a partir de un par de datos que nada tienen que decir de nosotros mismos.
Anulando el factor sorpresa de conocer a alguien de forma inesperada y conectar de imprevisto. Despojándonos de la capacidad de sorprendernos viendo como otro llena un vació que no sabíamos ni que teníamos.
Frank y Amy son dos piezas mas de ese engranaje en cadena que promete hacerte pasar por todo tipo de experiencias desagradables y placenteras que amortiguan la caída con la falsa expectativa de que el final traerá un resultado mas alentador que valdrá la pena esperar y con el que te acabaras conformando.
Pero en esta historia ocurre algo que no estaba destinado a ser.
Nuestros protagonistas deciden saltarse la norma y atreverse a vivir sin seguir lo preestablecido.
Y sera entonces cuando la verdadera simulación empiece.
Porque enamorarse es ante todo arriesgarse, no tener en cuenta las horas, jugarse la caducidad de un sentimiento prematuro y adentrarse en lo desconocido por incierto que sea.
Aquí Brooker nos arroja otra vez mas un poco de luz ante tanta pesadumbre y patetismo. Y como hizo con San Junispero, pero sin que esta entrega sea tan notable volvemos a creer que el ser humano sigue creyendo que los sentimientos reales pesan mas que la fría lógica y que el corazón tiene mas poder que cualquier maquina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Porque solo cuando Frank y Amy deciden escalar el muro desconocido que tienen frente a ellos es cuando empiezan a vivir de verdad.
Solo cuando deciden saltarse las normas es cuando se abre ante ellos un mundo lleno de libertad donde pueden decidir por si mismos.
Una bella y cálida metáfora de lo que podríamos ser y hacer por nosotros mismos.
Y al final todo va de estadísticas. Una maquina define tu grado de compatibilidad, te intenta conocer en profundidad.
Pero lo único que importa es lo que tu sientas o pienses. Lo único importante es que conectes realmente con otro ser humano y te veas reflejado en el brillo incierto de sus ojos.
Que su mirada sea un mar al que no de miedo arrojarse. Donde se pueda vivir para siempre sin miedo al mañana.
Que ya llegara pero lo importante es el ahora. Ese que se nos esta escapando de las manos ante tantas deducciones precipitadas.
Preciosa la elección de la cancion de los últimos minutos. Solo ''The Smiths'' podrían poner el broche a un capitulo tan mágico con un final tan alentador.
Porque enamorarse es una rebelión.
Al aquí, al ahora, al mañana, al nunca y al siempre.
Solo cuando deciden saltarse las normas es cuando se abre ante ellos un mundo lleno de libertad donde pueden decidir por si mismos.
Una bella y cálida metáfora de lo que podríamos ser y hacer por nosotros mismos.
Y al final todo va de estadísticas. Una maquina define tu grado de compatibilidad, te intenta conocer en profundidad.
Pero lo único que importa es lo que tu sientas o pienses. Lo único importante es que conectes realmente con otro ser humano y te veas reflejado en el brillo incierto de sus ojos.
Que su mirada sea un mar al que no de miedo arrojarse. Donde se pueda vivir para siempre sin miedo al mañana.
Que ya llegara pero lo importante es el ahora. Ese que se nos esta escapando de las manos ante tantas deducciones precipitadas.
Preciosa la elección de la cancion de los últimos minutos. Solo ''The Smiths'' podrían poner el broche a un capitulo tan mágico con un final tan alentador.
Porque enamorarse es una rebelión.
Al aquí, al ahora, al mañana, al nunca y al siempre.