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Voto de Neorevolution:
10
6,0
115.903
Ciencia ficción. Fantástico. Acción. Bélico
Todo lo que tiene un comienzo tiene un final. La guerra estalla en la superficie de la tierra mientras las máquinas invaden Zion. Allí donde Reloaded significaba vida, Revolutions apunta a la muerte... (FILMAFFINITY)
18 de abril de 2012
23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay duda de que "Matrix" supuso un soplo de aire fresco en el momento de su estreno, y no porque fuera revolucionaria en su forma o en su fondo, sino más bien porque hizo que mucha gente se acercara a los cines a dejarse fascinar por una película relacionada con un género, el de ciencia-ficción, plagado de fraca-sos comerciales y no muy bien visto por la crítica es-pecializada (por cierto, algo parecido han hecho hace poco "Harry Potter y la Piedra Filosofal" y la trilogía de "El Señor de los Anillos" por el género fantástico).
Es evidente que con "Matrix Reloaded" se disipó el efecto sorpresa de la pri-mera entrega, y aunque se incrementaron los hallazgos visuales y filosóficos de la saga, no fueron pocas las voces que se alzaron en contra de un producto que, si bien poseía nítidos defectos (centrados sobre todo en su media hora inicial), contenía algo más que una serie de vulgares fuegos de artificio o un cúmulo de palabras que únicamente conducían a la vacuidad. Probablemente sea la película más controvertida de la trilogía, pero estoy seguro de que con el tiempo adquirirá una mayor estima por parte de los aficionados, que por fin descubrirán en ella una sólida combinación de acción con proporcionados elementos metafísicos.
Por suerte, "Matrix Revolutions" contiene pocos pasajes en los que la música instrumental se fusione con los sintetizadores de Juno Reactor (uno de ellos, por cierto, tan sólo se escucha en los títulos de crédito finales de la película). Don Davis lleva el peso de la partitura, sobre todo teniendo en cuenta que la elevada duración de las batallas y la escasez de los diálogos en estos momentos provo-ca que su presencia sea más importante que en anteriores entregas, creando una imponente música descriptiva que, eso sí, no se libra del uso pomposo de la orquesta, a la que en ocasiones no sabe moderar. No obstante, la inclusión de los coros en el enfrentamiento entre Neo y Smith es particularmente brillante, al igual que sus aportaciones para las escenas más intimistas del filme.
Es evidente que con "Matrix Reloaded" se disipó el efecto sorpresa de la pri-mera entrega, y aunque se incrementaron los hallazgos visuales y filosóficos de la saga, no fueron pocas las voces que se alzaron en contra de un producto que, si bien poseía nítidos defectos (centrados sobre todo en su media hora inicial), contenía algo más que una serie de vulgares fuegos de artificio o un cúmulo de palabras que únicamente conducían a la vacuidad. Probablemente sea la película más controvertida de la trilogía, pero estoy seguro de que con el tiempo adquirirá una mayor estima por parte de los aficionados, que por fin descubrirán en ella una sólida combinación de acción con proporcionados elementos metafísicos.
Por suerte, "Matrix Revolutions" contiene pocos pasajes en los que la música instrumental se fusione con los sintetizadores de Juno Reactor (uno de ellos, por cierto, tan sólo se escucha en los títulos de crédito finales de la película). Don Davis lleva el peso de la partitura, sobre todo teniendo en cuenta que la elevada duración de las batallas y la escasez de los diálogos en estos momentos provo-ca que su presencia sea más importante que en anteriores entregas, creando una imponente música descriptiva que, eso sí, no se libra del uso pomposo de la orquesta, a la que en ocasiones no sabe moderar. No obstante, la inclusión de los coros en el enfrentamiento entre Neo y Smith es particularmente brillante, al igual que sus aportaciones para las escenas más intimistas del filme.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una de las principales preocupaciones que asaltaba la mente de to-do aquel que en su día visionó "Matrix Reloaded" era la de cómo iban a resolver los hermanos Andy y Larry Wachowski las dicotomías que nos presentaban en la secuela de la obra que los dio a conocer en todo el mundo. Por un lado, nos encontrábamos con un agente Smith que no sólo se rebelaba contra las máqui-nas que lo habían creado sino que además se introducía en un mundo de carne y hueso con el único objetivo de destruir a Neo. Por otra parte, éste descubría que El Arquitecto, aquel que regía el mundo de Matrix, controlaba en realidad to-dos los movimientos de El Elegido, siendo en principio su camino una trayectoria programada que inexorablemente le llevaba hacia un funesto final para la raza humana.
Lo curioso de estas incógnitas sin respuesta es que "Matrix Revolutions" da comienzo con nuevas preguntas que se han de resolver antes de que el filme retorne a su trama principal y, para mi gusto, más intrascendente, en este caso el ataque de la ciudad subterránea de Zion por parte de las perforadoras y de los centinelas. Descubrimos entonces a un personaje tan curioso como El Ferrovia-rio, encargado de llevar al sistema central a todos los programas que ya no re-sultan útiles en el mundo de Matrix. Es entonces cuando aparece otra de las va-riables que rompe con los esquemas establecidos por El Arquitecto: la posibili-dad de que un programa también tenga sentimientos (de ahí la importancia de estas escenas, que muchos han calificado equivocadamente de triviales).
Lo curioso de estas incógnitas sin respuesta es que "Matrix Revolutions" da comienzo con nuevas preguntas que se han de resolver antes de que el filme retorne a su trama principal y, para mi gusto, más intrascendente, en este caso el ataque de la ciudad subterránea de Zion por parte de las perforadoras y de los centinelas. Descubrimos entonces a un personaje tan curioso como El Ferrovia-rio, encargado de llevar al sistema central a todos los programas que ya no re-sultan útiles en el mundo de Matrix. Es entonces cuando aparece otra de las va-riables que rompe con los esquemas establecidos por El Arquitecto: la posibili-dad de que un programa también tenga sentimientos (de ahí la importancia de estas escenas, que muchos han calificado equivocadamente de triviales).