El imprevisible Roger Corman rodó con muy poco dinero esta insólita y original comedia surrealista protagonizada por una planta carnívora. Cuenta la historia de un empleado de floristería que crea un híbrido de planta que se alimenta de sangre. A medida que le procura cadáveres, la planta irá creciendo hasta convertirse en la atracción del barrio. Pronto la planta se convertirá también en una amenaza para todos.

Dotada de un humor absurdo y disparatado, la película resulta muy divertida presentando unos personajes alocados, entre los que destaca un primerizo Jack Nicholson que encarna a un paciente sadomasoquista que disfruta con el dolor que le provoca el dentista al arrancarle las muelas. O una pareja de policías que investiga la desaparición de las personas que son el alimento de la planta y que mantienen entre ambos diálogos de lo más absurdos. O el creador de la planta y su madre, otro par de personajes sin igual. Impagable la escena de la cena con la prometida de éste.

A mediados de los ochenta Rick Moranis y Bill Murray protagonizaron el inevitable remake con muchos más medios y presupuesto pero al igual que la original tampoco tuvo mucho éxito. Sin embargo la de Corman es ya todo un título de culto.