Quién sea fan de este director podrá disfrutar más de este autoretrato suyo, mirado desde fuera para alguien que no conoce mucho de su vida ni de su obra resulta bastante insípida de emociones, la decadencia que sufre el personaje hacia las drogas por sus dolores de espalda o de cabeza resultan meramente clínica más que artística, la actuación de Antonio es correcta ya que se nota ha observado bien a su alter ego y conoce qué mirada y expresión poner para darle identidad al personaje, pero no veo mucho más que comentar al respecto, porque no es un personaje que interese en sí mismo si no supieras a quién se refiere, la única manera de hacerlo que enganche parece ser enganchándolo a las drogas. ¿Se podría haber sacado algo más a esta obra? No lo creo, da para lo que da, y no es suficiente, pero como toda la industria venera a estos dos personajes seguro se llenan las manos de premios.