A mis 48 años pocas cosas me pueden sorprender ya, sin embargo esta serie lo ha conseguido, la descubrí por casualidad gracias a los comentarios de un compañero de trabajo que la estaba viendo y, me picó la curiosidad, la busqué por internet pues ya había acabado en TV y, desde el primer capitulo de la primera temporada, ya no pude dejar de verla, aunque parezca una serie juvenil por la edad de gran parte de sus protagonistas y el entorno en el que se desarrolla, es perfectamente recomendable para todos los públicos. A través de las clases de filosofía del profesor Merlí (un espectacular Francesc Orella) se tratan muchos de los temas candentes en la actualidad, algunos de ellos muy espinosos, de una forma valiente, clara, honesta, sin tapujos y de forma muy objetiva....Todo el elenco actoral está muy bien escogido (tanto jóvenes como adultos) y, capitulo a capitulo, empatizas cada vez más con cada uno de ellos, incluidos las nuevas incorporaciones de cada temporada (tanto de alumnos como de profesores) y, a los pocos episodios, conoces perfectamente los nombres de todos y cada uno de ellos, llegando a cogerles cariño a todos (nunca me había pasado algo igual). Es una serie que se ajusta mucho a la realidad del país en el que vivimos actualmente, se hace una dura crítica también al sistema político actual y, a pesar de ser una serie realizada por la TV Catalana, se hace de una forma bastante imparcial sin intentar adoctrinar al espectador (a pesar de la situación que vive la sociedad catalana hoy en día con el tema del independentismo) y eso es de agradecer...Con esta serie me he reído, he llorado, he sentido a veces rabia y a veces dolor, he sentido a los personajes como parte de mi familia pero. sobretodo, he disfrutado mucho viéndola día tras día hasta el punto de sentir tristeza por llegar a los capítulos finales y saber que ya no me quedaban más capítulos por visualizar. Por último, el capitulo final está a la altura del resto de la serie, un final magistral en el que la tristeza y la felicidad me embargaron a partes iguales y, por supuesto, como persona sensible que soy, solté alguna lagrimita, le doy las gracias a la televisión catalana por esta maravillosa serie que, sin duda, es una de las mejores series que he visto a lo largo de mi vida y que será difícil que borre de mi memoria. UN 10!!!! y si hubiera más nota aún le daría más.