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España España · Jerez de la frontera
Voto de DavidFilme:
7
Fantástico. Terror. Acción En un mundo en guerra, en el que cohabitan hombres y vampiros, el caso de Blade es extraordinario: es un vampiro que no se alimenta de sangre humana y que, además, pretende acabar con la raza de "seres superiores" que mordieron a su madre cuando estaba embarazada. (FILMAFFINITY)
1 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Blade" es un interesante film de acción y fantasía de vampiros, dirigido por Stephen Norrington. Blade es un antihéroe, basado vagamente en el cómic de Marvel “Blade”, mitad vampiro mitad humano que se dedica a proteger a los humanos de los ataques de sedientos vampiros. Nacido de una madre humana que fue mordida por un vampiro estando ya embarazada, Blade tiene la fuerza, sed de sangre y sentidos mejorados de los vampiros, pero su parte humana lo hace inmune al ajo o a la luz del sol, al igual que los vampiros. Decidido vengar el ataque a su madre, se jurará acabar con todos los chupasangres que se le crucen por el camino. Blade es una buena alternativa de antihéroe, ya que más que un superhéroe negro, que de por sí ya es innovador dentro de todo el universo de superhéroes (todos rubios, de ojos claros), es un antihéroe, que actúa sin la protección o apoyo de la policía, movido por una sed de venganza.

El guión está bastante aceptable para ser un film de superhéroes, descartando chistes malos y frases para el bronce, como sucede en películas de este tipo. De la misma forma, va al grano y es simple al explicar el fin último que persigue Frost. El ritmo se mantiene de buena forma durante la mayor parte del metraje, por lo que la cinta no aburre y entretiene. Los efectos especiales son correctos para su época, aunque ahora se nota el CGI y los cables que sostienen a los actores en las escenas de acción. Sin embargo, hay algunas escenas realmente buenas como la lucha de los vampiros y Blade, junto a la Dra. Jenson, en el túnel del metro y el asesinato de Dragonetti. Otra escena interesante es el baño de sangre en la fiesta vampírica al comienzo de la película. Lo anterior nos lleva a analizar la estética oscura, diría yo, no gótica de este film, muy en la onda underground, para ver cómo operan los vampiros en la clandestinidad, desde las sombras. El Templo de la Noche Eterna es buen escenario recreado para el ritual en el que Frost pretende sacrificar a 12 jerarcas vampiros y concentrar así todo el poder en él, pero como ya dije, requiere de la sangre de Blade para ello.

En este filme, el director consigue retratar a la perfección muchas de las características que han acompañado a los vampiros en la literatura referente a ellos. Su encanto sexual, el desenfreno de sus vidas, la dualidad entre los vampiros más antiguos defensores de involucrarse lo menos posible con los humanos y los vampiros más jóvenes con ansias de dominar el mundo humano. También consigue retratar muy bien la dureza del personaje de Blade y de como esa dureza se resquebraja ante determiandas situaciones personales. Además, presenta una serie de personajes secundarios, tanto buenos como villanos, con un gran carisma. Dejando a un lado los personajes, el gran logro de esta cinta, es, una historia consistente y bien contada, con escenas de acción muy bien coreografiadas. La ambientación es correcta, escenarios turbios y sombríos. Donde el submundo del vampiro es reflejado a la perfección, con toda su sensualidad, su ímpetu y su voraz naturaleza cazadora. Ello lo podemos ver en muchas escenas donde los vampiros híbridos hacen sus fiestas, con un estilo innovador y con cierto dejo de desfachatez y lujuria esa clase de vampiros impondrá el apetito de sangre y de poder al querer resucitar a un Dios. Su lado engativo, bajo mi punto de vista, su excesivo aire a videoclip.

Las actuaciones son bastante correctas, Wesley Snipes calza perfecto para este personaje, duro, frío, implacable e imparable. Apoyado por Kris Kristofferson, como Abraham Whistler, quién lo cuido y crío desde los 13 años, Blade intentará aplacar su ira y sed de venganza, haciéndole al mismo tiempo un favor a la ciudadanía: protegerla de los vampiros. Para otorgarle un sentido más humano a todo esto, tenemos a N'Bushe Wright que encarna a la Dra. Jenson, la cual fue mordida en el hospital donde trabaja y que es rescatada por Blade. La Dra. Jenson será la mente que estará detrás del armamento que Blade usará para acabar con los vampiros. Wright tiene una actuación convincente. Stephen Dorff personifica al villano Frost, un vampiro rebelde y arrogante, que pretende cambiar la perspectiva de los viejos vampiros, que prefieren ocultarse y operar desde las sombras. Frost, en cambio, siendo un humano convertido en vampiro y no nacido vampiro, quiere hacer la guerra con todo a los humanos, y para eso requiere concretar un ritual, en donde Blade, el equilibrio perfecto entre hombre y vampiro, es fundamental. Y para eso, primero decide acabar con “los viejos estándartes”, liderados por Dragonetti, interpretado por el mítico Udo Kier.

En definitiva, un buen film de vampiros, con buenas dosis de acción y entretenimiento. Es todo un espectáculo visual para los fans del cine de acción y de terror, gracias a su mayúsculo despliegue de efectos especiales y coreografías de artes marciales. Tiene una cohesión perfecta, lo que lo hace entretenido y dinámico. Su estética videoclipera, se une a una banda sonora de ritmos electrónicos y oscuros. El proyecto fue un verdadero éxito que garantizó la secuela, además de poner, nuevamente, a Blade dentro del circuito de grandes personajes Marvel tras años de ostracismo.
DavidFilme
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