Este film es un ejemplo más de que, en España se hacen buenas películas, sobre todo si éstas pertenecen al género "búsqueda de asesino en serie". Ya me he topado con algunas de este estilo recientemente, aunque está claro que el caso que nos ocupa en esta crítica, se ve especialmente beneficiado por las circunstancias que rodean a la trama principal, lo que eleva el nivel por encima de sus coetáneas. Dirigida con buen pulso, la película se centra en un caso de psicópata que comete varios asesinatos de mujeres de edad muy avanzada. La investigación policial que hay detrás está estupendamente trabajada, haciendo que los puntos débiles del film que son varios, todo hay que decirlo, no desmoronen el resultado final.
Las interpretaciones son muy buenas. El peso de la película lo cogen Antonio de la Torre, que se mete muy acertadamente en la piel de un personaje con dificultades para el habla, y Roberto Álamo, quién da vida a una auténtica víctima de la situación, mostrando coraje y fuerza aunque poca templanza a la hora de manejar los asuntos, perdiendo los nervios en más de una ocasión. De cara al público su personaje puede resultar un tanto antipático.
Muy buena película. ´Mantiene la intriga durante buena parte del metraje. Además, se mide bien cada acto de los personajes manteniendo el suspense en todo momento. Por si fuera poco nos presenta la crisis de 2011, la llegada del papa Benedicto a Madrid, todo estos ingredientes la hacen más efectiva y recomendable.