Es una serie más, pero de las aceptables. No tiene nada que la haga destacar ni tampoco es para dejar de verla a medias.
Un secuestro masivo, una agente del FBI y otro del Servicio secreto, y muchos giros argumentales (no todos sorprendentes) para mantener al espectador entretenido.
Su nivel de calidad es completamente estándar. Se deja ver, entretiene, engancha (pero no demasiado) y luego a otra cosa.
Es la típica serie para ver cuando no hay ninguna de las más importantes o buenas para ver.
Entre los actores, me quedaría con Gillian Anderson ("Hannibal", "Expediente X"), aunque su personaje sea secundario.
Del argumento, como suele pasar en este tipo de ficción, hay cosas demasiado increíbles, como que no sean capaces de encontrar fácilmente a los chicos secuestrados teniendo todos los recursos del país más poderoso del mundo a su disposición.
De todas formas, tiene un ritmo muy bueno del que deberían aprender muchas otras series. Pasan bastantes cosas y no aburre con tiempos muertos. Hay muy pocos momentos de relleno para ser una serie que no pasará a la historia de la televisión.
También me da la sensación de que cuando en el cine hay secuestradores, dan mucho más miedo que los secuestradores de las series, que son demasiado poco violentos para lo que podrían ser. Aunque, claro, hay que alargar las tramas y no van a estar matando rehenes a la primera de cambio para que se queden sin trama.