Los dramas de época no suelen llamarme demasiado la atención, y menos cuando ha tenido tan poca repercusión, pero estando aquí mi admirada Rachel Weisz, tenía que verla.
El protagonista sospecha de que la tal Rachel del título ha matado a un familiar, y no tiene nada mejor que hacer que llevarse a dicha viuda a su casa para tratar de averiguar algo.
Cuenta con una buena fotografía y ambientación, aunque no haga alarde de un gran presupuesto en decorados.
La historia es claramente teatral. Transcurre con muy pocos personajes y la mayoría de las veces en entornos pequeños. Pasan muy pocas cosas y casi todo es diálogo. Esto no tendría por qué ser malo, pero en este caso no lo han sabido llevar bien.
El argumento divaga. No es ni un drama histórico ni un thriller. Al final se centra más en la parte romántica la mayor parte del tiempo, pero de una manera que, sin ser ñoña, es aburrida hasta la extenuación.
Al protagonista creo que no le había visto nunca, ni falta que hacía. En cuanto a Weisz, no aprovecha su talento interpretativo para nada en esta película.
Es muy tediosa y se hace larga durando tan solo 105 minutos. El desenlace se intuye de manera más o menos clara, con lo cual la intriga es nula. Más bien te pasas todo el rato esperando que pase algo medianamente interesante, y llega el final y te quedas con cara de tonto.
Ahora entiendo que haya pasado sin pena ni gloria. Una de las peores películas (por aburrida) que he visto de Weisz. Aunque la peor, sin la más mínima duda, es "Langosta", eso está claro.