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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
9
Drama Tom Joad (Henry Fonda) regresa a su hogar tras cumplir condena en prisión, pero la ilusión de volver a ver a los suyos se transforma en frustración al ver cómo los expulsan de sus tierras. Para escapar al hambre y a la pobreza, la familia no tiene más remedio que emprender un larguísimo viaje lleno de penalidades con la esperanza de encontrar una oportunidad en California, la tierra prometida. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de la novela homónima de John Steinbeck que cuenta las aventuras de una familia en la gran depresión que en los años 30 azotó y arrasó Estados Unidos tras el "crack del '29". Cruda hasta decir basta, es, paradojicamente, un canto a la esperanza.

El maestro John Ford al timón es toda una garantía. Aquí, Ford da una lección magistral de cine en todos los sentidos. No hay plano que no esté cargado de una profunda belleza y que cuente con el mejor enfoque posible para tranmitir las emociones de los personajes. Con un desarrollo cuyo ritmo viene dado por las circunstancias del desarrollo, Las uvas de la ira se permite tomarse su tiempo para que nada pase inadvertido y para que la historia personal de cada personaje quede reflejada en pantalla con la mayor nitidez posible, haciendo un trabajo magistral en el desarrollo de los personajes. Inmensa fotografía acompañando a las ya de por sí emocionantes escenas que se convierten, gracias a esto, en un regalo también para los ojos.

Henry Fonda como protagonista, otro valor seguro. El actor imprimía una personalidad y una fuerza a sus personajes muy superior a las de otros actores contemporáneos, sin entrar a valorar si era mejor o peor en otras facetas. Su trabajo aquí es legendario y debería ser estudiado por muchos de los actores mediocres que copan la cartelera a día de hoy pensando que fama y talento van de la mano. Contando con Fonda y con John Ford, la verdadera estrella aquí es Jane Darwell que nos premia con un espectacular recital de interpretación tanto con la cara, como con los movimientos y con la voz. Imperecedero discurso final el de la actriz, que además se permite ser protagonista del que minutos antes interpreta Henry Fonda. Buenísimo también el trabajo de John Carradine que se convierte en el secundario adelantado que está casi al nivel del protagonista. Espectacular escena con la policía, la suya.

Resumiendo, que es gerundio: obra maestra sobre la gran depresión estadounidense. Siempre que la veo, tengo la impresión de que es una de las películas más difíciles de superar y más representativas del cine clásico, por cosas como su humanidad y su gran eficacia a la hora de desarrollarse. Imprescindible.
Grijander
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