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Voto de borja murel:
10
Terror. Romance. Fantástico En el año 1890, el joven abogado Jonathan Harker viaja a un castillo perdido de Transilvania, donde conoce al conde Drácula, que en 1462 perdió a su amor, Elisabeta. El conde, fascinado por una fotografía de Mina Murray, la novia de Harker, que le recuerda a su Elisabeta, viaja hasta Londres "cruzando océanos de tiempo" para conocerla. Ya en Inglaterra, intenta conquistar y seducir a Lucy, la mejor amiga de Mina. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2011
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta versión del conde Drácula de Coppola es un buen batido argumental, resultado de mezclar los ingredientes que mejor funcionaron en las adaptaciones anteriores sobre el conde. Nadie duda que Coppola visonara todas las versiones anteriores con la idea de lograr la versión suprema, pero no hay que negar que, a pesar de su soberbio resultado, la película esta llena de guiños a sus versiones anteriores.

El argumento, fiel parcialmente a la novela, es aún más fiel en la obra de Jesús Franco (1970), de la cual toma referencias como el personaje de Van Helsing, totalmente calcado por Anthony Hopkins, las transformaciones de Drácula en animales, la caracterización con bigote del Conde, y un largo etcetera que ya aperece en la novela. De la versión de Badham (inspirada en la obra de teatro) toma la historia de amor (que aparecía originalmente en pantalla por primera vez en 1979) y gran parte del ambiente barroco. Y a todo ésto, Coppola le suma una justificación histórica de los hechos, añadiendo parte de la leyenda de Vlad El Empalador, para ratificar la veracidad de su argumento.

El resultado, como mencionaba antes, es soberbio. La música, las interpretaciones, el ambiente, todo. Pero considero injusto que se tome esta película como referencia para judgar versiones anteriores sobre el conde, cuando debería ser al revés, o sencillamente disfrutar de cada versión sin prejuicios de obras anteriores o posteriores.

En resumen, considero que este era un producto de encargo que Coppola logró convertir casi en obra maestra y super producción con tintes de cine de autor, y llevarla al altar de lo sublime. Y es que Coppola es un gran maestro del producto final. Aquí le salió el mejor guiso que podía haberle salido, pero no hay que olvidar que contaba con los mejores ingredientes posibles y tenía muchísimas referencias anteriores. Lo reconozco, la mejor. Aunque encuentro más terroríficas y sobrecogedoras algunas de las versiones anteriores.
borja murel
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