Lo mejor de El otro hermano, título que es demasiado melodramático y hasta le da cierto spoiler a la propuesta, es su absoluta sobriedad, y también que no baje línea política, lo podría haber hecho, ser un thriller al servicio de la critica social, pero no hace falta, la decadencia económica, social, el retraso en todo sentido de lo que describe, está ahí, pero sin subrayar.
El director como uno de los protagonistas, el personaje interpretado por Daniel Hendler, es indiferente a todo lo que lo rodea, incluyendo el asesinato de su hermano y su madre, en manos de la pareja de esta última, nunca sabemos por qué su familia le importaba tan poco, en si no sabemos casi nada de él, es solo un tipo con poca plata, desempleado, que llega a firmar unos papeles por la muerte de sus familiares, y conoce a este ex militar, extraño, y el resto se va tejiendo en paralelo, la historia de uno y otro, hasta que terminan mezclándose.
Lo mejor como dije, es la sobriedad, el director muestra de la forma más acsética posible, no le interesa tampoco el retrato de personajes, solo le importa para la acción, no para que los conozcamos, sus vidas no son algo que al director quiera describirnos, eso por momentos es un logro, no aburre, no ralentiza la cosa, pero también es un fallo, todo lo conocemos a medias y así se queda, los huecos los llena uno, no digo que tengan que sobre explicar, porque eso también es un fallo en el que caen muchas películas, pero si dar algún que otro detalle.
Creo que el personaje de Angela Molina podría haber sido mejor aprovechado, daba para más.
Para mí donde realmente está el error, es en Leonardo Sbaraglia, empezando porque es muy joven para ese rol, que era mínimo para un tipo de 55 años, siguiendo por el hecho de que no sabe sacarle provecho, hace algo entre grotesco y le resta realismo a la película, de verdad que en cada secuencia no dejaba de imaginarme a Guillermo Francella, le venía que ni mandado a hacer ese rol, tiene el tipo perfecto, tanto por el fisico, la edad, y el tono interpretativo, para haberle sacado lo máximo a ese personaje, que en manos de Leonardo Sbaraglia, es un villano más, bastante sobreactuado.