Pasa de todo constantemente. Wilder después de Avanti! una comedia romántica pausada, de escenas largas, decide hacer una comedia totalmente diferente, con un ritmo abrupto, los personajes hablan y gritan hasta por los codos. Es como si todo tuviera el ritmo que tenían los diarios de finales de los años 20s cuando todavía era la forma más popular de informarse.
Lo peor: hay momentos en los que hablan tanto los personajes sobre todo al principio que todavía no se sabe quién es quién y el espectador puede perderse.
Por momentos cambia de registro, pasa de una comedia negra basada en los diálogos filosos y cínicos a la comedia física.
La parte final es más relleno, no digo el epílogo, si no las últimas escenas.
Lo mejor: Walter Matthau está increíble, su personaje es un terrible manipulador e HDP.
El retrato entre caricaturesco y descarnado que hace de los periodistas antes de que se terminara de profesionalizar la profesión, cuando todavía era un oficio y sus miembros se iban formando a los golpes, pero también volviéndose una mierda, la mayoría de ellos tergiversando las noticias de la forma más sensacionalista y cruel posible y actuando muchas veces de jueces. Las escenas en las que aparece Molly con todos los periodistas y el retrato que hace de estos como fieras dispuestos a despedazarla.
El epílogo.