Últimamente estamos asistiendo a una segunda etapa de Nicolas Cage como actor, alejado ya de las grandes superproducciones, pero que lleva unos años dándonos unos papeles al menos entretenidos en películas como Renfield (2023), Pig (2021) o Willy's Wonderland (2021) por mencionar alguna. No es sinónimo de gran película, pero al menos de que no te vas a aburrir.

Y esta película está dentro de ese espectro del actor, no es una película para pasar a la historia del cine, y no lo busca en ningún caso; es una película echa con la ambición de entretener y hacer pasar un buen rato al espectador, y eso es lo que ofrece realmente.

Nicolas Cage es, como de costumbre, él mismo en su propio papel, seguramente excesivo en muchas escenas, pero sólo él se ha ganado el derecho a ser así.

La película no tiene mucho que contar, una especie de Venganza de Liam Neeson, pero sin tantos adornos. A mí me entretuvo y cuando terminó simplemente pasé a otra cosa, nada más.