No tenía grandes expectativas cuando llegó "The Meg" (2018), todo indicaba que se trataba de la típica película veraniega del monstruo de turno que hace destrozos por doquier. Y no decepcionó a nadie, ofreció exactamente lo que todo el mundo esperaba y además unas buenas dotes de emoción y algunas escenas impactantes. Cuando se anunció la segunda entrega, lo primero que pensé es que no estaría mal ver una película más si hacían más o menos lo mismo que en la primera.

No ha sido así, y lo que han hecho es todo un "bigger longer & uncut" como decían los de South Park, todo excesivo, todo alargado, todo agravado,..... Los guiones son torpes, la base mínimamente científica que podía tener una película así queda en un chiste de mal gusto. Recogen lo peor de los clichés de este tipo de películas, con una mezcla interracial que nadie entiende, con unos asiáticos que una vez hablan en perfecto español (o inglés) y de repente se ponen a hablar en chino sólo para poder poner subtítulos y hacer aspavientos de integración.

Por supuesto, no puede faltar una buena dosis de decisiones absurdas de los personajes para llenar minutos con escenas ridículas, como que el jefe se meta a nadar con el megalodón a "hacer un experimento" sin que nadie del equipo científico supiera nada. Qué decir de la niña repelente que tiene que haber siempre en todas estas películas para conectar con el público infantil y tener el típico arco argumental de una niña que lo destroza todo, cuando la realidad es que nadie entiende qué hace una niña en un centro de investigación que se supone cuesta cientos de millones y que tiene unas medidas de seguridad extremas.

Y así es todo. Una sentimentalidad de nivel preescolar. Unas motivaciones de los personajes absurdas. Y frases para enmarcar como "No puedes bajar a la fosa de los megalodones" "¿Me estás diciendo que es peligroso?". "Tengo 14 años, tienes que empezar a respetarme como científica". "Nunca había visto un megalodón tan grande" (como si estuvieran viendo megalodones todos los días).

Podría seguir, me planto aquí. La película sólo merece la pena por las 3-4 escenas de grandes efectos especiales que tienen una buena producción. El resto, relleno absurdo e inentendible.