Tenemos aquí una de las últimas películas de Paul Rudd, actor que me cae bien y al que sigo desde que le descubriera junto a Jennifer Aniston en "Mucho más que amigos". Quién conozca un poco la filmografía de este actor comprenderá que esta película no es ninguna maravilla, pero es cierto que tiene su toque entrañable y que Rudd protagoniza a un tío con el que es difícil enfadarse, todo nobleza y buen corazón. Aquí, el actor se rodea de una serie de actrices con las que ya había trabajado en anteriores films. Así podemos ver a Elizabeth Banks, con la que había trabajado en "Mal ejemplo", Rashida Jones, hija del compositor Quincy Jones y con la que había trabajado en "Te quiero, tío" y Kathryn Hahn, con la que lo había hecho en "¿Cómo sabes si...?", por lo que todos parecen conectar en la pantalla desde el minuto uno. Dicen algunos usuarios que Elizabeth Banks es, sin duda, lo peor del grupo de actrices. Bueno, yo no estoy de acuerdo, creo que Banks solventa con corrección unos de los papeles más antipáticos del film. También me gustaron bastante Rashida Jones y Katrhyn Hahn. Emily Mortimer está, como en ella es habitual, excelente. Quizás la actriz que me ha dejado algo más fría sea la bella Zooey Deschanel y no es la primera vez que ocurre. Pero en conjunto, la peli se deja ver y disfrutar sin problemas, recomendable.