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Voto de Juanjo Iglesias:
9
Drama. Romance. Fantástico Un pintor arruinado y abatido por haber perdido la inspiración conoce, un frío día de invierno, a una chiquilla en Central Park vestida de un modo anticuado. A partir de ese momento se suceden otros encuentros, con la particularidad de que en breves intervalos de tiempo la chica se va convirtiendo en una bellísima joven, de la cual el pintor se enamora. Pero Jennie esconde un secreto… (FILMAFFINITY)
12 de octubre de 2010
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Jennie", se estrenó en Estados Unidos, el 22 de Abril de 1949. Se encargó de dirigirla William Dieterle que ya había triunfado con cintas como "Esmeralda la Zíngara" bajo la tutela del afamado productor David O. Selznick. Recibió un Oscar a los Mejores efectos especiales y el premio al Mejor actor para Joseph Cotten, en el Festival de Venecia. Jennifer Jones sería la protagonista que acompañara al siempre magistral Cotten, en esta nubosa y delirante fábula.

Nace con un aire de obra menor, de historia intimista, pero la unión entre O. Selznick y Dieterle la convierte en algo muy grande. O. Selznick, con su visión ampulosa del cine le aporta magnificencia y Dieterle con una brillante dirección le otorga la suficiente intimidad y credibilidad.

Narra la historia de un pintor arruinado y sin inspiración, qué sagazmente instigado por un marchante, descubre que su pintura no tiene éxito porque carece de alma. Así decide vagar por Central Park en busca de inspiración, cuando conoce a una niña vestida con ropas antiguas. Una niña que esconde un gran secreto...

Con este argumento romántico, gótico y onírico, se nos dibuja una maravillosa historia sobre el amor, la libertad y el alma del ser humano. Está repleta de virtudes.

La primera es el reparto; el inefable virtuoso J. Cotten, protagonista en infinitud de películas y actor de suma importancia para gente como Welles o Hitchcock, encarna al pintor protagonista y una vez más, con esa exquisita interpretación basada en la educación y el saber estar, me vuelve a convencer de todo lo que veo. Cotten tenía la gran virtud de saber transmitir hasta las últimas consecuencias cada uno de sus personajes. La protagonista Jennifer Jones, interpreta a esa mujer con absoluto rigor y dulzura. Los personajes secundarios están magistralmente interpretados por Ethel Barrymore, Sir Cecil Kellawey y Lilian Gish.

Otro punto importante es la fotografía, de la que se encargó Joseph August. Realizada en blanco y negro, adquiere unos matices y una texturas bellísimas, que le aportan esa magia y ese color a cuento de hadas del que habla el guión. Podríamos decir que la fotografía tiene mucho que ver con la de Ciudadano Kane, en esencia. Utiliza el sepia y el color para dar énfasis a ciertas escenas.

El guión nace de una historia muy inverosimil, pero posee la gran virtud que necesita el cine, hacer creíble lo increíble. El tiempo y el espacio, el pasado, el presente, lo posible y lo imposible, la vida y la muerte, se unen todos en esta bella encrucijada, para hacer una historia romántica y onírica inolvidable.

La música capta también ese halo de misterio. Se decidió introducir el "Preludio a la siesta de un fauno" de Debussy como leiv motiv, para las misteriosas apariciones de Jennie. La música es de Dimitri Tionkim, ("Horizontes Perdidos") y la canción que canta Jennie, es de un joven Bernard Hermann.

Una delicia de película y obra de culto donde las haya.
Juanjo Iglesias
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