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Voto de Antonio Morales:
7
Intriga. Thriller. Comedia En un país centroeuropeo, el tren Transcontinental Express sufre un gran retraso a causa del mal tiempo. Los pasajeros pernoctan en un pequeño hotel, donde Iris Henderson entabla conversación con una vieja institutriz inglesa, la señora Froy. Poco después de reanudar el viaje, Iris se da cuenta de la desaparición de la anciana, pero los demás pasajeros afirman que su amiga no existe y que ella ha sufrido una alucinación. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente película de Hitchcock, en mi opinión la mejor de su primera etapa inglesa. Un compendio de lo mejor de su cine hasta entonces. Sobre una historia absolutamente increíble, en la que el número de inverosimilitudes alcanza varios records, el cineasta ha dedicado todo su talento a mostrarnos los mecanismos que hacen que lo que sucede en la pantalla nos interese. Lo primero ha sido plantear la narración como lo que realmente es: un juego. De la aceptación o el rechazo a participar en él dependerá totalmente el que guste o no el film al espectador. Y como éste por el mero hecho de serlo, adopta ya de entrada una actitud de credulidad dispuesta, no es difícil conseguir su participación.

En esta película el humor y la intriga son los reyes de la función, o dicho en otras palabras, una comedia de costumbres mezclado con un film de misterio. A la sombra de esa señora desaparecida, la viejecita encantadora Miss. Froy y su búsqueda, llevada de la mano de la pareja protagonista (excelentes Michael Redgrave y Margaret Lockwood), la trama reúne en el espacio cerrado de un tren cosmopolita a un grupo de personajes más o menos extravagantes, que van desde una pareja de amantes tan arquetípica que resulta casi inverosímil, a dos flemáticos ingleses amante del cricket que parecen extraídos de tiempos pretéritos, a un improbable mago italiano y todo ello atravesando un país imaginario centroeuropeo.

Y cuando los personajes se ponen más serios o las situaciones se ponen más tensas, el tono sigue siendo apacible. Un reparto excepcional, con un malo elegante y cruel, la fascinante e intrépida modernidad que transmite la chica de la película, ¡morena!, aún no se había decantado por las rubias gélidas. En el arranque del film denoto en las primeras escenas del hotel en las montañas, cierta influencia del cine alemán, Murnau concretamente, creo que Hitchcock había visto mucho cine mudo y "slasptick", no olvidemos que comenzó a dirigir antes del sonido. Que juega a placer con los conceptos de tiempo y espacio a través de una puesta en escena de milimétrica complejidad.

Película con un ritmo impecable, irónica y sarcástica, que sintetiza lo mejor de sus anteriores films de intriga, con el tema de la guerra como trasfondo, parece como si Hitchcock intuyera lo que iba a suceder un año después, con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Película cercana a las tesis de Churchill, “abajo el pacifismo”, grita uno de los actores, y la política de apaciguamiento (eso lo añado, yo) de Chamberlain, el muy ingenuo pretendía parar a Hitler, firmando tratados. Como muy bien le interpeló Curchill, sino recuerdo mal, en el parlamento inglés: “Ha firmado la humillación para ganar la paz, pero sufrirá la humillación y la guerra”. Por cierto aquí también aparece en un cameo el cineasta, ver spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Antonio Morales
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