Gene Kelly fue un gran bailarín, coreógrafo, cantante y actor, dirigió grandes películas musicales entre ellas : “¡Hello, Dolly!”, “Un día en Nueva York”, y “Cantando bajo la lluvia”, junto a Stanley Donnen. En este caso nos ofrece una simpática y entretenida comedia “disfrazada” de western, con dos grandiosos actores, James Stewart y Henry Fonda.
Pues no sólo han trabajado en westerns legendarios de John Ford y Anthony Mann, también hicieron grandes comedias, Stewart ganó el Oscar por : “Historias de Filadelfia” y Fonda trabajó en : “Las tres noches de Eva”, entre otras, por lo tanto son tan versátiles que, consiguen convencer con esos personajes, ellos son dos rudos vaqueros, uno gruñón y puritano, y el otro, tosco y desaliñado.
El film recrea una sátira costumbrista, que se burla de la hipocresía y el puritanismo de la sociedad, utilizando los tópicos del western, (en aquella época andaba en recesión), con los gags y las situaciones habituales de la comedia. Los diálogos son divertidos y con doble intención, cuando se refiere a las chicas, así como cuando hablan de la política.
La fotografía del maestro William H. Clothier, es fastuosa, así como la dirección artística, y una inteligente utilización del scope. Los secundarios están muy bien, las chicas del burdel muy dignas, evitando escenas escabrosas, y el gag del viejo con el elixir de la vida es muy acertado.