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Voto de Antonio Morales:
9
Bélico. Drama Biografía del general norteamericano George S. Patton, quien, tras vencer al mariscal alemán Rommel en el norte de África, condujo a sus tropas de manera imparable a través de Europa. (FILMAFFINITY)
13 de enero de 2014
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para los españoles, Patton es el Oscar a Gil Parrondo por la dirección artística, los exteriores rodados íntegramente en España (Segovia, Madrid y Almería), alquilando como extras al ejército español, el material bélico pertenecía al utilizado por los americanos durante la Segunda Guerra Mundial, que había sido entregado al gobierno franquista a cambio de colocar bases militares en España. Para los americanos, es el filme por el cual Gerorge C. Scott – que se preparó leyendo unas cuantas biografías del general - rechazó el Oscar por considerar que los actores no eran “caballos de carreras”. Y para los estudiosos del cine un modelo de biografía cinematográfica por su ecuanimidad.

Con un guión de Francis F. Coppola (nada sospechoso de ser patriotero), corregido por Edmund North, ambos oscarizados por el trabajo a partir de los libros de Omar N. Bradley y Ladislas Farago, Patton está narrada de forma tan clara y diáfana que podemos seguir los acontecimientos de la contienda mundial con espíritu de reconstrucción histórica, es una de las obras más logradas de un cineasta singular y curioso, Franklin J. Schaffner, mitad artesano, mitad autor, director teatral de “Tempestad sobre Washington” - que llevaría al cine Preminger -, que removió los cimientos de la ciencia ficción con “El planeta de los simios”, dando lo mejor de un cineasta procedente de la televisión, en lo que sería su film más paradigmático.

Patton (siete Oscars) es una superproducción bélica impactante, una película portentosa, brillante en su planteamiento y magnífica en su ejecución, fotografiada con lentes de 150 milímetros que dan un cinemascope esplendoroso, la maravillosa música de Goldsmith asociada a la idiosincrasia del militar, hasta el extremo de seducir al presidente Nixon. Compleja y contradictoria, precisamente como el protagonista, un hombre culto, graduado en West Point, participó en la primera Gran Guerra en Francia, de familia militar y profundas creencias religiosas, amante de la poesía y la Historia Antigua, se identifica con los conquistadores y adora a Julio César, cree en la reencarnación, es un hombre de honor, anticomunista visceral y nada diplomático que le acarreará serios disgustos, un retrato psicológico que vertebra y condiciona el film.

Patton se inicia con uno de los monólogos (recomiendo versión original) más famosos de la historia del cine, ante la bandera de las barras y estrellas que ocupan toda la pantalla, el General George S. Patton con su pistola con la empuñadura de marfil al cinto se dirige a sus hombres con una arenga en su “personal estilo”, es una declaración de intenciones de lo que vamos a ver. Patton es enviado al norte de África en 1943, donde un ejército desmotivado aliado ha sufrido una dolorosa derrota en Túnez ante Rommel, el zorro del desierto, la moral de la tropa es pésima y su indisciplina hará que Patton tome medidas estrictas y tajantes hasta llevarlos a la victoria. Karl Malden realiza un estupendo trabajo como el General Bradley que da el contrapunto al carácter impulsivo de Patton, su intransigencia y megalomanía. Era un hombre de otro tiempo, un guerrero romántico, que creía haber sido un soldado de Napoleón y un fiero guerrero de Alejandro Magno. Detestaba los despachos porque no era un militar burócrata, él estaba orgulloso de ser un soldado.
Antonio Morales
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