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Voto de Antonio Morales:
7
Comedia El profesor Stock y su mujer Mizzi siempre están peleándose. Mizzi trata un día de de seducir al Dr. Franz Braun, el nuevo marido de su buena amiga Charlotte. Un colega del Dr. Braun, el Dr. Mueller, que está enamorado de Charlotte, ve este flirteo de Mizzi como una buena oportunidad para él, aunque Franz y Charlotte son un matriminio felizmente casado. Por un malentendido, Charlotte piensa que su marido está interesado en la Srta. ... [+]
19 de febrero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las propuestas más fluidas, modernas y también radicales, en cuanto se acoge a la estructura de un vodevil clásico para trazar de forma sutil e irónica, la hipocresía de las apariencias, los devaneos, inseguridades y desavenencias en las relaciones amorosas. A diferencia de “Una mujer de París” de Chaplin, filmada un año antes en tono dramático, del que el alemán era admirador, y que en el fondo guarda muchas similitudes, el maestro Ernst Lubitsch recurre, desde su peculiar estilo, al refinado y sibilino humor para recrear el deterioro de las relaciones de convivencia matrimoniales de la clase alta eligiendo Viena como paradigma de la vida chispeante y lujosa.

Fue producida por la Warner en un intento por convertirse en un Estudio prestigioso, con guión de Paul Bern y fue la primera de las 5 películas que Lubitsch dirigió para esta productora. Se trata de una comedia erótica para la época que da una vuelta de tuerca a las relaciones matrimoniales para mostrarnos una visión cínica y descreída. Presentándonos la unión conyugal como un ciclo de amor inexorablemente devastado por el paso del tiempo. El berlinés lo muestra con dos ejemplos. Por una parte la pareja compuesta por Charlotte y Franz, en un estado de enamoramiento mantenido, propio del escaso tiempo que llevan casados. Y por otro lado Josef y Mizzi, la pareja veterana cuya relación ha pasado a un estado de aversión no disimulada, a causa de la monotonía y el aburrimiento.

Lubitsch lo recalca mediante una ingeniosa puesta en escena, con detalles elocuentes de ambas parejas, la primera con detalles de felicidad domestica, la segunda es todo lo contrario, una pareja que ni se ama ni se respeta. Ambientada en la capital de Austria en 1923, cuando era aún la ciudad de la risa y de los romances gloriosos, flirtea constantemente con el engaño sin abandonar nunca su tono de comedia. Lubitsch exhibe todo un muestrario de juegos afectivos, de equívocos y egoísmos personales que entrelazan a 5 personajes distintos: Mizzi es la mejor amiga de Charlotte, coquetea con todo el mundo y pretende a Franz, desconociendo que es el esposo de su amiga, mientras que Josef está muy interesado en descubrir a su esposa con otro hombre para poder divorciarse por infidelidad. Por último Gustaf Muller, compañero de trabajo y amigo de Franz con quien comparte consulta médica, está secretamente enamorado de Charlotte.

Como buena comedia que se precie, el film está pleno de situaciones equívocas unas veces por la casualidad y otras provocadas deliveradamente, pero siempre con elegancia y buen gusto, donde apenas se utilizan los letreros habituales del cine mudo porque sus imágenes lo dejan todo resuelto. Con Lubitsch, estos excelentes actores entre los que se encuentra el distinguido Adolph Menjou, se muestran exquisitos y logran extraer de la comedia los ricos matices que ella posee, preludiando además, todo el universo sofisticado que el cineasta alemán desarrollaría a lo largo de su exitosa carrera en Hollywood, en mi opinión, ésta es una de las más destacadas de su etapa silente, estaban por llegar un puñado de obras maestras que permanecen en nuestra memoria.
Antonio Morales
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