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Voto de Antonio Morales:
6
Drama Alice Howland (Julianne Moore) está orgullosa de la vida que tanto esfuerzo le ha costado construir. A los cincuenta, es profesora de psicología cognitiva en Harvard y una experta lingüista de fama mundial, con un marido exitoso y tres hijos adultos. Cuando empieza a sentirse desorientada, un trágico diagnóstico cambia su vida, al tiempo que su relación con su familia y con el mundo, para siempre. Con elegancia y delicadeza, la autora ... [+]
13 de junio de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alice es una mujer de nuestro tiempo, una mujer relativamente madura, activa, culta, profesora universitaria especialista en lingüística, tiene un marido (el orondo Alec Baldwin) ideal, una posición económica envidiable, unas relaciones sociales muy cuidadas y unos hijos ejemplares, pero un día corriendo en el parque, siente una desorientación y más tarde le diagnostican de manera temprana el Alzheimer (Proceso degenerativo neuronal genético). Aunque poco imaginativa y llena de tópicos, “Still Alice” es una película emotiva porque más que reflejar la triste decadencia del ser humano, ante una enfermedad que nos va destrozando nuestros recuerdos y nuestras experiencias vividas y queridas, lo que refleja es la lucha incesante y heroica que entabla esta temperamental mujer contra dicha enfermedad degenerativa.

Un melodrama en toda regla con una estética cercana al telefilm, lo cual no significa nada negativo, pues el estilo de contarlo se amolda perfectamente a la trama, basada en una novela de Lisa Genova que desconozco pero imagino debe explayarse mucho más en esa lucha feroz contra el tiempo. “Siempre Alice” posee suficientes buenos momentos para rehuir el peligroso camino de las películas sobre enfermedades, en gran medida gracias a una magistral Julianne Moore que se vale ella sola para dar sentido y solidez a la propuesta. Recrear el drama, tanto para quien lo sufre como para aquellos que le rodean, no resulta nunca sencillo. Ya sea por exceso de frialdad expositiva, por exceso emocional, o por apelar al tremendismo en busca de un mayor impacto.

El film se acerca al personaje de una manera clínica, casi objetiva, atendiendo a los detalles y buscando una cercanía con respecto a la situación pero sin subrayarlos, pues los directores no quieren caer en sentimentalismos fáciles y manidos. La película narra una historia de forma convincente, aunque el guión desaproveche, en mi opinión, ideas interesantes como la profesión de Alice, para quien es mucho más traumático el hecho de perder la capacidad de recordar las palabras cuando ha dedicado su vida profesional precisamente a ellas. Aunque en el film hay alguna alusión a ello, se podría haber sacado mayor partido a la idea.

La protagonista consigue escenas muy logradas, como cuando no encuentra el cuarto de baño, o cuando no reconoce a una de sus hijas, y no voy a desvelar el mensaje que graba en su ordenador personal para ese incierto futuro que le espera, como mujer responsable pretende dejarlo todo bien atado, resulta escalofriante. El film consigue transmitir la suficiente fuerza dramática y sentido de veracidad como para que cualquier espectador pueda epatar tanto con el personaje de Alice como con alguno de quienes la rodean.
Antonio Morales
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