No me considero un fan acérrimo de Miyamoto. De momento, sólo he visto el castillo encantado (o movible) y la princesa Mononoke. No termino de entrar en sus películas, eso de dejarse llevar por la magia y la fantasía... lo admito, es genial, sus mundos son muy imaginativos y fantasiosos. Aún así, yo creo que eso tiene que ser un añadido a una buena historia con un mensaje detrás. Mononoke tenía todo eso y un buen mensaje y una buena historia, por lo que es, de momento, la que más me ha gustado.

Ponyo me entretuvo, veo que es buena y que a los niños seguro que les encanta. Pero la vi demasiado infantil. La vi destinada únicamente a niños pequeños. El mensaje o historia que hay detrás a los niños les gustará, pero creo que deja demasiados agujeros para los adultos.

Lo primero, hablan de amor. ¿De verdad podemos hablar de amor a los 5 años? No sé, me resulta raro. Aún así, lo más desconcertante es la nula reacción de la gente ante esos hechos. O sea, hay criaturas fantásticas, como peces gigantes de agua y la gente lo trata como olas. Hay un pez con cara de humano y nadie le da importancia. Entiendo que un niño lo vea bien, pero no personajes adultos. O el hecho de que el mundo acabe inundado, lo tratan como un mal menor, como que se fuera la luz. lo siento, pero pese a todos los colores, la animación y la historia, son cosas que me chirrían demasiado para verla a gusto.

La madre no me gusta. Es muy irresponsable. Conduce como una loca, deja a su hijo solo en casa durante una tormenta, cruza la carretera durante un tsunami con el coche... me daba más miedo que seguridad.

El personaje del padre (de Ponyo) tampoco lo entiendo mucho. Su objetivo es inundar el mundo y que haya una segunda era oceánica. Cuando lo consigue, se echa atrás y quiere salvarlo. No entiendo ese cambio.

De hecho, para contar esa historia de amistad entre los niños, no veo necesario todo eso del fin del mundo. Lo de la sirenita, si fallaba era que se convertía en espuma de mar. A eso no le dieron bola en ningún momento y me parece muy potente.

No sé, me gustó, pero no la vería otra vez. prefiero dejársela a los niños un día festivo por la mañana. Quizás es que no estoy hecho para este tipo de cine.