El título de la película no tiene nada que ver con su acepción dramatúrgica (nadie salva a "nadie" al final).

La aparición inicial fantasmagórica de Vikander es fenomenal, que lamentablemente pierde impacto cada vez que se viste y reclama "humanidad".

El director juega todas sus cartas en una historia con pocos personajes (incluso uno que gesticula y no habla). De todos ellos, me parece más interesante Gleeson: a través de las 7 sesiones, se da cuenta que él es en realidad la marioneta y que el resto lo usan... incluso Mizuno.

Creo que se abusa mucho de la figura alcoholizada y pervertida del "inventor". Se pudo ser más sutil, para dejar más claroscuros. De antemano, se sabe que va a terminar mal y que va a recibir su "merecido". Hablando de eso, por más presumido que sea el "creador", ¿no hubiese sido sensato tener, sólo por precaución, un cuerpo de seguridad en el laboratorio? ¿U otro asistente que monitoree también al nuevo residente y a las robots que al final se confabularon contra él y lo acuchillaron?

Hubiese resultado algo sentimentaloide que el robot se fugara con su amante humano, pero... creo que el director eligió el camino (queda clarísimmo) del "robot-malo": asesinando a su creador y desechando al "tonto-útil" del momento.

Me parece que pudo evitarse la secuencia del helicóptero (¿el piloto no debió sospechar algo?) Pese a lo extraño del tramo final, en realidad, parece ser la resolución más decente.