Como ocurre últimamente en casi todas las producciones cinematográficas o series para plataformas de TV, la necesidad de deconstruir nuestros anhelos y gustos,aparece de nuevo en este producto de mal gusto y de insignificante transcendencia.
Ni la mano de Gunn, que se nota solo en la superficie, salva a esta serie de la desidia. Y todo por el continuo empeño de decepcionar al espectador de manera deliberada. Si usted conoce a John Cena y le atrae la expectativa de verlo dentro de un traje de superhéroe, no vea está serie, porque solo verá la ridiculización de su deseo, es usted un carcamal tan tonto y ridículo como el personaje, ese es el mensaje. Y no porque el humor no deba estar presente, incluso la parodia, que sabemos que casan muy bien con las producciones de superhéroes, sino porque lo que se pretende es, insisto, que el espectador se sienta tan fuera de lugar como todo lo que ocurre en la serie. Es tan exagerado, que el resto de personajes, los verdaderos héroes ( por su puesto y por decreto), ni siquiera son tratados con interés, carecen de personalidad más allá de los clichés obligatorios.
Podría ser una gran serie, Gunn, Cena y Peacemaker ya suena bien, y es, por desgracia,horrorosa. Y desde luego, la redención que se viene en los siguientes capítulos, no me interesa nada.