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Voto de Vivoleyendo:
8
7,7
49.320
Animación. Fantástico. Infantil En los años 50, una familia japonesa se traslada al campo. Las dos hijas, Satsuki y Mei, entablan amistad con Totoro, un espíritu del bosque. El padre es un profesor universitario que estimula la imaginación de sus hijas relatándoles fábulas e historias mágicas sobre duendes, fantasmas y espíritus protectores de los hogares, mientras la madre se encuentra enferma en el hospital. (FILMAFFINITY)
9 de febrero de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los estudios de animación más prestigiosos del mundo, Studio Ghibli, lleva varias décadas maravillando a todos los públicos con un derroche de calidad y fantasía que no conocen fronteras ni límites. Todo el imaginario de Hayao Miyazaki, el mejor creador de largometrajes de animación de Japón (y sin que nadie consiga eclipsarlo, ni siquiera los pioneros de Pixar, ni de Disney, ni de Dreamworks, ni de la Fox) está presente en cada una de sus imaginativas creaciones. Miyazaki funde oriente y occidente en un apretón de manos cordial que pretende acercar sus películas a cualquier audiencia con ganas de soñar. Sin perder jamás los rasgos de identidad de su compleja y milenaria cultura, muestra tradiciones tan antiguas como la tierra, leyendas y mitos japoneses, creencias populares y grandes dosis de invención, mezclando la realidad con lo que puede parecer imposible a los ojos escépticos que no miran como los de los niños. En el universo Miyazaki no caben los incrédulos ni los que tienen la cabeza demasiado dura para tener un poquito de fe.
Hay que buscar al niño interior, abrir la mente y esperar cualquier cosa. Tal vez Totoro, el espíritu del bosque, aparezca cuando creamos en él, y al disfrutar de la vida y al reír, y también cuando realmente lo necesitemos, cuando estemos perdidos, solos y tristes. A lo mejor nos envía su gatobús, que puede llevarnos donde queramos. Y soplará con su aliento para que el viento agite las frondas, las ropas tendidas y ulule al pasar junto a las casas. Totoro hará germinar las semillas y llenará los bosques de verdor.
Y escuchará las vocecitas de los pequeños que tienen problemas, que sufren porque alguna nube se cierne sobre sus cabezas, y dará con la solución.
Más infantil, dulce y sencillo de lo que acostumbra, Miyazaki ofreció un cuento para los pequeñines de la casa, pero también para los que somos un poco más grandes. Un cuento de amor y esperanza en el que las risas y los juegos son la mejor manera de disipar los miedos y alejar a los duendecillos traviesos que lo dejan todo manchado de polvo.
Vivoleyendo
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