Sin dudas que el guión es lo peorcito de esta cinta que se encuentra muy bien “decorada” desde lo estético. Y es una pena que no se haya pensado en un argumento un tanto más elaborado, porque de esa manera estaríamos en presencia de un filme mucho más completo e intenso, más balanceado y por ende más efectivo a la hora del análisis general.

La historia nos presenta a 4 adolescentes que van a pasar una noche de jolgorio a una feria ambulante de entretenimientos. Se quedarán escondidos en ella una vez que la noche llegue y las puertas se cierren, pero lo que no saben es que presenciarán algo aterrador que puede que les ocasione vivir la última noche de sus vidas.

Le cuesta arrancar en emociones al filme, el guión se desarrolla en forma lenta y sin grandes sobresaltos hasta llegados los 45 minutos, donde allí de a poco se enciende en intensidad, pero nos damos cuenta enseguida de que el argumento es muy poca cosa para estar al nivel cualitativo que este producto ofrece desde el maquillaje, desde la ambientación de los escenarios y desde la iluminación y fotografía.

Es decir mucho continente, pero poco contenido. Si bien la cinta posee ratos de sangre y de inquietud, la mayor parte del tiempo la película se encuentra en estado latente donde se insinúa que el espectáculo va a empezar y en realidad comienza muy tarde dejando con las ganas de más vísceras y de más nerviosismo.

Lo dicho: muy buen maquillaje, gran escenografía donde lo macabro domina las escenas, muy buena iluminación que sugiere bastante.
Es atrapante el escenario donde se desarrolla narrativamente los hechos (una feria ambulante donde algo macabro y misterioso se esconde dentro), pero el guión es bastante soso, tosco y simplón que termina echando por tierra bastante los méritos de la factura técnica que la cinta exhibe.

Palabras claves: monstruos, adolescentes, feria ambulante, slasher, psicópatas, supervivencia.