Si bien este tipos de películas que traen un plus por el momento decisivo en que la película gira 180º en su concepto, no dejo de darle mérito a esta nueva producción de suspenso que nos brinda John Polson. El mismo nos propone un guión peligroso donde lo real se mantiene escondido a la expectativa de ser descubierto en cualquier momento
No es para que digamos que tenemos una película que viene a cambiar e innovar sobre lo que ya está hecho en materia de thrillers psicológicos, pero dentro de la mediocridad generalizada que recibimos en los estrenos comerciales, es una buena opción para pasar un buen rato con fuertes sensaciones de tensión y emociones intensas de la mano de una agradable ambientación con sustento en el suspenso intrínseco que posee la cinta.
La película nos recrea una magnífica atmósfera donde el espectador vive los sucesos en forma intranquila, basada en un recurso del director de ir dosificando la dosis de información para que los climas inquietantes y opresivos se mantengan.
La película mantiene un ritmo sobrio, se va desarrollando sobre una base sólida, donde no hay lugar para las incongruencias y los desatinos, mas bien sentí el filme como una invitación atrayente a descubrir si "Charlie" era una ente abstracto producto de la mente de una niña traumada, un personaje real que está azotando la tranquilidad de la familia a límites de poner en riesgo la vida de quienes viven y se relacionan dentro de esa casa.

Las hipótesis que el espectador pueda llegar a formular sobre posibles realidades que el filme esconde, son variadas. Por lo cual, no creo que sea una película previsible bajo ningún punto de vista, aun cuando estuve atento a encontrar el dato que de la solución a la intriga incesante que nos entrega la trama del filme.


Si analizaríamos una a una sus puntos débiles podemos llegar a la conclusión que la magnitud de los mismos no afectan en forma profunda la esencia de un filme que tiene garantizado hasta cierto momento una mágica cuota de intriga, incertidumbre e inquietante desarrollo.

Una película con muchas más virtudes que desaciertos, que nos regala unos momentos llenos de zozobra, de despistes conceptuales que desmoronan hipótesis y que trabaja en forma magnífica la parte psicológica de los personajes, un submundo insano psicológicamente, la esencia interior de vidas perturbadas por un acontecimiento traumático, situaciones ambiguas, la duda sobre su naturaleza buena o mala. Un filme para disfrutarlo hasta cierto punto, donde el punto de inflexión hace que caiga un poco en emoción y suspenso pero sin llegar al absurdo, pero mientras tanto, nadie nos quita lo vivido intensamente en la primera parte.