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Voto de Maria:
6
7,0
13.961
Thriller. Drama. Intriga
En un instituto, el último día de clase, una profesora se despide de sus alumnos y, además de anunciarles que deja la escuela, les confiesa que su hija de cuatro años que, aparentemente, murió ahogada en la piscina de la escuela, fue en realidad asesinada por dos estudiantes de esa misma clase. También les hace saber que ya ha puesto en marcha su venganza contra ellos. (FILMAFFINITY)
15 de septiembre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto esta película porque estaba clasificada dentro del género de Thriller sicológico. Me encanta el escalofrío y el suspense, pero detesto la sangre y las escenas sádicas en la pantalla. Deduje que en esta película éstas no se darían. Me equivoqué, porque en la cinta hay sangre, mucha sangre, tanta que ,según mi parecer, en algunas ocasiones roza el gore. Quizá este opinión sea excesiva, es cierto, porque las personas que conmigo la vieron no la consideraron así. En todo caso para mí es uno de los elementos que hace desmerecer al film y que no le aporta nada porque éste ya resulta escalofriante sin necesidad de tanta efusión de hemoglobina.
La película es la historia de una venganza, y lo positivo es que la cuenta muy bien, manteniendo la tensión hasta el final, que resulta devastador e inesperado. Además tiene una estética muy particular y cuidada, lo cual es uno de sus mayores logros. Pero deja muy mal sabor de boca, así que no es nada recomendable verla con el ánimo depresivo. Realmente el final de la cinta es terrorífico, produce una conmoción moral porque supone el triunfo absoluto de la maldad.. La protagonista, con el que hasta el último momento el espectador simpatiza, rompe nuestros esquemas con una acción demencial fríamente calculada. Al mal se le debe responder con un mal aún mayor, es el mensaje que queda, porque no hay posibilidad de redención alguna para los criminales.El nihilismo de esta idea es uno de los motivos que hace que te levantes totalmente desazonado de la butaca.
La razón del título de mi crítica está en el spoiler.
La película es la historia de una venganza, y lo positivo es que la cuenta muy bien, manteniendo la tensión hasta el final, que resulta devastador e inesperado. Además tiene una estética muy particular y cuidada, lo cual es uno de sus mayores logros. Pero deja muy mal sabor de boca, así que no es nada recomendable verla con el ánimo depresivo. Realmente el final de la cinta es terrorífico, produce una conmoción moral porque supone el triunfo absoluto de la maldad.. La protagonista, con el que hasta el último momento el espectador simpatiza, rompe nuestros esquemas con una acción demencial fríamente calculada. Al mal se le debe responder con un mal aún mayor, es el mensaje que queda, porque no hay posibilidad de redención alguna para los criminales.El nihilismo de esta idea es uno de los motivos que hace que te levantes totalmente desazonado de la butaca.
La razón del título de mi crítica está en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Hay otro elemento que me desagradó de la película. Y es el que motiva el título de mi crítica.
La película es radicalmente iconoclasta con un fenómeno que ha sido sagrado en todas las culturas: la maternidad. El tema tratado está desgraciadamente de moda: los niños psicópatas, capaces de cometer crímenes contra otros aún más pequeños y débiles que ellos. Pero la respuesta que el film sugiere para explicar este fenómeno que es un fruto de nuestra sociedad actual, señala con dedo acusatorio precisamente a aquéllas que transmiten y cuidan la vida, a las madres. A las tres que aparecen en la historia se les declara culpables en un momento u otro. La mujer que abandonó a su niño para dedicarse a su brillante carrera profesional, lo convirtió con este abandono en un asesino. La que se dedicó a ser una madre entregada y abnegada siempre a disposición de su pequeño. es también culpable porque con su sobre protección lo convierte a la vez en un psicópata. ¿Y la madre de la niña asesinada? Culpable también, y en este caso es ella misma quien se lo recrimina, porque dejó a su hija mientras trabajaba a los cuidados de un extraño, (que se supone no la cuidaría con el mismo esmero maternal) y la expuso así a los peligros. Pero aún más, la maestra es además responsable de no hacer bien su trabajo, pues su preocupación por su hija hizo que descuidara a sus alumnos, o al menos así lo veían algunos de ellos. Es por este motivo por lo que, para castigarla, los dos asesinos eligen a su pequeña como víctima.Ya se sabe, una mujer que es madre no puede ser una profesional eficiente.Y sea cual sea la postura que adopte ante su maternidad, siempre será responsable tanto del daño que hagan sus vástagos como del que les sobrevenga. Parece como si la maternidad en sí fuera ya una culpa. Si los niños se desequilibran emocionalmente y se convierten en adolescentes sádicos que no valoran la vida humana la culpa es exclusivamente de las mujeres que los trajeron al mundo ("nadie me dijo que matar es malo" dice el protagonista). Éste es el mensaje reaccionario que insinúa sutilmente el film. Pero ¿la culpa no será de los que, entre otras cosas, llenan los cines y las programaciones televisivas en horario infantil con basura en la que los más brutales asesinos son los héroes, y abruman a los niños con juegos en los que se puntúa y se avanza siempre matando a alguien?. No se trata de que en el hogar no les enseñemos a nuestros hijos que matar es malo, porque eso no es cierto, es que viven inundados a nuestro pesar y ante nuestra impotencia en un basurero cultural en el que se rinde culto a la violencia y al sadismo. Pero de eso la película no dice absolutamente nada.
Madres culpables, pues. Las de la película reciben todas su merecido.
La película es radicalmente iconoclasta con un fenómeno que ha sido sagrado en todas las culturas: la maternidad. El tema tratado está desgraciadamente de moda: los niños psicópatas, capaces de cometer crímenes contra otros aún más pequeños y débiles que ellos. Pero la respuesta que el film sugiere para explicar este fenómeno que es un fruto de nuestra sociedad actual, señala con dedo acusatorio precisamente a aquéllas que transmiten y cuidan la vida, a las madres. A las tres que aparecen en la historia se les declara culpables en un momento u otro. La mujer que abandonó a su niño para dedicarse a su brillante carrera profesional, lo convirtió con este abandono en un asesino. La que se dedicó a ser una madre entregada y abnegada siempre a disposición de su pequeño. es también culpable porque con su sobre protección lo convierte a la vez en un psicópata. ¿Y la madre de la niña asesinada? Culpable también, y en este caso es ella misma quien se lo recrimina, porque dejó a su hija mientras trabajaba a los cuidados de un extraño, (que se supone no la cuidaría con el mismo esmero maternal) y la expuso así a los peligros. Pero aún más, la maestra es además responsable de no hacer bien su trabajo, pues su preocupación por su hija hizo que descuidara a sus alumnos, o al menos así lo veían algunos de ellos. Es por este motivo por lo que, para castigarla, los dos asesinos eligen a su pequeña como víctima.Ya se sabe, una mujer que es madre no puede ser una profesional eficiente.Y sea cual sea la postura que adopte ante su maternidad, siempre será responsable tanto del daño que hagan sus vástagos como del que les sobrevenga. Parece como si la maternidad en sí fuera ya una culpa. Si los niños se desequilibran emocionalmente y se convierten en adolescentes sádicos que no valoran la vida humana la culpa es exclusivamente de las mujeres que los trajeron al mundo ("nadie me dijo que matar es malo" dice el protagonista). Éste es el mensaje reaccionario que insinúa sutilmente el film. Pero ¿la culpa no será de los que, entre otras cosas, llenan los cines y las programaciones televisivas en horario infantil con basura en la que los más brutales asesinos son los héroes, y abruman a los niños con juegos en los que se puntúa y se avanza siempre matando a alguien?. No se trata de que en el hogar no les enseñemos a nuestros hijos que matar es malo, porque eso no es cierto, es que viven inundados a nuestro pesar y ante nuestra impotencia en un basurero cultural en el que se rinde culto a la violencia y al sadismo. Pero de eso la película no dice absolutamente nada.
Madres culpables, pues. Las de la película reciben todas su merecido.