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Voto de El Libanés:
7
7,0
19.892
Drama. Romance
Rafael es un carnicero estéril que lleva una vida triste y solitaria. Un día auxilia a Marina, una muchacha tuerta a la que su novio estaba apaleando. Además, la aloja en su casa, aun sabiendo que está embarazada. Muy pronto, ambos se plantean cumplir un sueño que hasta entonces les parecía imposible: formar una familia. (FILMAFFINITY)
23 de noviembre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película tremenda con tres actores principales en pleno estado de gracia. Ricardo Franco, de biografía malograda, dirige una película muy conmovedora, con una banda sonora al más puro estilo Clint Eastwood (simple a más no poder y acoplada como un guante a las situaciones de la cinta).
Ángeles González Sinde y Ricardo Franco plantean un guión a tres bandas, la historia entrelazada de un paciente cordero (un gran Antonio Resines, recordando lo buen actor que puede llegar a ser si se le dan buenos guiones), el pícaro (un Jordi Mollà tremendamente inspirado) y La Tuerta (una Maribel Verdú dividida).
Conmovedora en los temas que trata, La Buena estrella es una perla que no debe perderse y que a nada que uno le eche un poco de sensibilidad, termina tocando la fibra. Cada personaje es un regalo que los actores saben aprovechar. Uno de los innumerables ejemplos es la risa de barrio que Mollà inventa en esta película, creando a un truhán encantador y sin duda, uno de los mejores papeles de este camaleónico intérprete.
Oscura pero luminosa como una estrella en la espesa noche, la melancolía infinita que proyecta este producto está revestida pese a ella de optimismo y, por sorprendente que resulte, con esperanza acerca de las relaciones de las personas y la capacidad de perdón.
Ángeles González Sinde y Ricardo Franco plantean un guión a tres bandas, la historia entrelazada de un paciente cordero (un gran Antonio Resines, recordando lo buen actor que puede llegar a ser si se le dan buenos guiones), el pícaro (un Jordi Mollà tremendamente inspirado) y La Tuerta (una Maribel Verdú dividida).
Conmovedora en los temas que trata, La Buena estrella es una perla que no debe perderse y que a nada que uno le eche un poco de sensibilidad, termina tocando la fibra. Cada personaje es un regalo que los actores saben aprovechar. Uno de los innumerables ejemplos es la risa de barrio que Mollà inventa en esta película, creando a un truhán encantador y sin duda, uno de los mejores papeles de este camaleónico intérprete.
Oscura pero luminosa como una estrella en la espesa noche, la melancolía infinita que proyecta este producto está revestida pese a ella de optimismo y, por sorprendente que resulte, con esperanza acerca de las relaciones de las personas y la capacidad de perdón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Aunque es muy comprensible, como en otras reseñas aparece, que el personaje de Antonio Resines resulte "demasiado bueno" para ser verdad, a mí no es lo que me parece inverosímil de la dura trama es el acentuadamente desgarrador final, especialmente irritante en el caso de La Tuerta.
Pese a ello, en el balance de pros y contras, hay que quitarse el sombrero ante una obra sin pretensiones que entra muy bien por los ojos, con duelos interpretativos increíbles y muchos momentos memorables.
Pese a ello, en el balance de pros y contras, hay que quitarse el sombrero ante una obra sin pretensiones que entra muy bien por los ojos, con duelos interpretativos increíbles y muchos momentos memorables.