La trama se desarrolla al principio en lo que parece nuestro universo, pero finalmente se revela, de manera sutil y subliminal, de manera que el espectador no lo note y por eso no es spoiler, que la historia se ambienta en un universo paralelo en el que los extraterrestres existen y gobiernan nuestro mundo disfrazados de personas reales, como ocurre con cualquier obra de ciencia ficción, que en realidad las historias del género están ambientadas en escenarios experimentales, y por lo tanto, en universos paralelos. Así que, recuerda a anteriores ideas como la película de Metrópolis, y por lo tanto películas sobre un orden mundial inaceptable han estado a la orden del día desde entonces, aunque muchos idealistas siempre lo atañan a la alegoría de la sociedad inherente a la naturaleza del homo sapiens moderno, cuando en realidad eso es pura especulación.

La película peca por ser demasiado extraña y lenta, con escenas que la eternizan y la aburren, aunque hay escenas que están llevadas con mucho ingenio y maestría, como las escenas de batalla. Al ser demasiado críptica al principio disminuye su calidad a la hora de apreciar la idea de la historia. Si se hubiese llevado la idea de otra manera, la película habría ganado muchísimo más, pero lamentablemente, no fue así.