Entretiene bastante, se deja ver y su argumento es bastante convincente aunque no se desarrolla de una forma, digamos, espectacular.

Si por algo ésta película se ha vuelto un clásico y un referente dentro de su género, es por la muy lograda ambientación y apartado artístico que le da un impecable y sombrío toque gótico a cada escena; y por la brillante interpretación del fallecido Brandon Lee que hace a uno de esos personajes póstumos que por propios méritos pasan a la historia del cine.

Entre los jóvenes de tendencias góticas supongo que será toda una obra de culto aunque suene exagerado, pero lo que si es innegable es que con el tiempo (y gracias al fallecimiento del Brandon Lee) se ha vuelto un indiscutido clásico y a la vez un ícono cultural.