Dirigida por el “maestro” Uwe Boll, la reencarnación de Edward D. Wood Jr. Responsable de las peores películas en lo que va del siglo XX, adicto a los videojuegos y fanático nº 1 de Steven Spielberg, Peter Jackson y los hermanos Wachowsky a quienes descaradamente homenajea/plagia/parodia en sus películas.
En la que es indiscutiblemente su “mejor” pieza de arte, Uba nos muestra desde el principio su talento para el cine insertando de forma desastrosa los títulos de crédito y presentando a cada uno de los personajes inhumanamente interpretados por “actores” que seguramente estarán rogando por comida en estos momentos. Luego vienen las tetas, los “impresionantes” diálogos (recuerden, si quieren ser inmortales es por que quieren vivir eternamente), las apocalípticas secuencias de acción, la infernal banda sonora, y el climax final de la historia que confirma que el guión jamás existió.
A pesar de todo “House of the dead” entretiene y divierte, las risas que provoca su visión son inolvidables y el hombre que dirigió semejante aberración va a permanecer por siempre en la historia del séptimo arte. Algún día Tim Burton hará su biopic.