No sólo será arena lo que los 4 jóvenes protagonistas de esta suburbana película traigan en los bolsillos de su furtivo viaje al mar Mediterráneo. Además de arena de playa, Iván, Lionel, Jenny y Elena traerán consigo una amistad inquebrantable y un indomable vitalismo que les ayudará a superar todas sus adversidades, que no son pocas. Esta es la esencia final que se desprende de este drama social que, aunque plagado de púberes personajes, poco o nada tiene que ver con el vacuo y en ocasiones grotesco cine para adolescentes. Siguiendo con dignidad y autonomía la estela dejada por 7 Vírgenes, el director César Martínez Herrada, bregado ya en las lindes del drama social, cruza el destino de 4 adolescentes, 2 chicos y 2 chicas, residentes en un barrio periférico de Madrid, y nos muestra sus problemáticas varias. Centros acogida, educadores sociales, precariedad laboral, problemas migratorios, familias desestructuradas, malos tratos, y un aderezo de grafitis, hip-hop y algún que otro porro, componen el marco contextual en el que se desarrolla un muy bien medido guión que refleja sin moralismo ni truculencia las poco halagüeñas visicitudes de los protagonistas. El film sorprenderá por su moderada dureza, cruda pero necesaria, por su honestidad, y por la naturalidad de todo su elenco. Una mal llamada película para adolescentes que no insulta la inteligencia del público a quien supuestamente va dirigida.