Como fan de las películas de mafiosos, no se como aún no había visto una cinta tan renombrada, dirigida además por otro entendido en el tema (de hacer películas de mafiosos, de dirigir fue su primera de solo dos películas) como es Robert De Niro. En el conocido y conflictivo barrio del Bronx tiene lugar una historia que te atrapa desde el inicio. La presentación de sus personajes cada uno con originales motes y personalidad definida desde el arranque, es simplemente sensacional. La historia se centra en un niño que junto a su pandilla admiran al mafioso del lugar y jefe del barrio. Un día presencia un asesinato y al no chivarse se gana la atención de este y se convierte en su pupilo.

Acostumbrados a que estas historias nos narren las desventuras de los protagonistas a lo largo de los años y como escalan posiciones en la banda, sus enfrentamientos con los rivales, en esta ocasión y aún manteniendo alguno de los citados elementos, el mafioso encuentra en él alguien en quien confiar, algo que no hace con nadie (dado que todos más que admirarlo le temen e incluso envidian), alguien a quien tratar como su propio hijo y no el ser su relevo sino enseñarle los entresijos de ese mundo de la calle para que aprenda de él como una carrera paralela a la educativa y para que sepa esquivar sus peligros. Por otro lado, su padre (interpretado por el citado y conocido director del film) intenta sin conseguirlo, mantenerlo alejado de ese ambiente y del dinero fácil, cuando él, un humilde conductor de autobús, tiene que luchar tanto para conseguir un dinero que su hijo ve pasar ante sus ojos de forma mucho más sencilla.

Grandes frases, grandes personajes y una historia de conflictos, de lecciones y que además aborda de forma interesante el tema racial, el enfrentamiento entre italianos y negros, con el protagonista prendado de una chica de color en un barrio al que no puede entrar. Una de esas películas que no se si es porque es uno de mis géneros favoritos, pero te dan ganas de que dure mucho más, cautivado por su atmósfera, sus protagonistas, las calles que la ven acontecer y en este caso también una soberbia BSO.

Nota: 7'8

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