A cambio de nada

A cambio de nada nos habla de personas ordinarias que pueden llegar a hacer cosas extraordinarias. Su emotivo relato te conmoverá. Te atacará a las tripas y a la conciencia. Te dejará planteandote: ¿cruzarías la línea de la legalidad a cambio de nada? Probablemente no, pero ¿Y si te lo pidiera un amigo?.

http://www.ciudadanoskine.com/2015/05/a-cambio-de-nada-el-valor-de-la-amistad.html

Resulta curioso el debut de Daniel Guzmán un tipo que ha sido capaz de contar una historia quizás archiconocida y poco innovadora pero realmente emotiva y enternecedora. Por lo que he leído es autobiográfica por lo cual relata como si hubiera sido su historia de adolescente, un gamberro delincuente y desobediente a sus padres a causa de una crianza difícil. Los actores cumplen bastante bien y pese a no ser una película que cambie el rumbo del género, con similitudes a 'El bola' cinta que aún tengo pendiente pero por lo que leí se parecen bastante, logra desenvainar una trama donde vemos el valor de la amistad a la vez que la independencia y el creerse que lo que hacemos independientemente de esté bien o mal es lo correcto sin límites morales, solo con reglas propias. Guzmán lo relata y filma de manera que el drama y la comedia están combinados a la perfección y cuyo desenlace aunque previsible es igual de satisfactorio que el resto del rumbo de la cinta. No es una maravilla y quizás algunas escenas suenen un tanto surrealistas y exageradas pero me parece tan casera como la vida misma, un relato que cualquier persona se podría identificar y agradecer por supuesto las localizaciones de Madrid y un aplauso para la viejecita que hace un papelón realmente entrañable y carismático. Buena.

Buen debut en el largometraje del actor, guionista, cortometrajista, boxeador...y más cosas, del bueno de Daniel Guzmán, una persona que siempre me ha parecido simpática y que ahora me gana como cineasta.
Sucede así porque su cinta inspira verdad. Es cierto que algunas cosas son un poco rebuscadas, pero la esencia, lo que se llama "alma", "espíritu", queda perfectamente reflejada en unas aparentemente sencillas imágenes, pero que destilan humanidad, calor, simpatía, buen rollo...y también dolor y angustia.

El actor Daniel Guzmán anduvo años en la realización de este proyecto de reminiscencias autobiográficas sobre la vida de un adolescente en un barrio del extrarradio de Madrid.

Guzmán rueda con gran madurez este debut, brindándonos una mirada cercana sobre el país; crítica y muy conmovedora. Guzmán nos regala un ejercicio neorealista, cercano al cine social de los Dardenne aunque con una mirada más agradable, cómica y positiva.

Los dos adolescentes protagonistas, Miguel Herrán y Antonio Bachiller se convierten en una superlativa revelación, destacando la cercana mano de Guzmán hacia sus actores destacando además a Miguel Rellán y a Antonia Guzmán, madre del nuevo cineasta en la vida real.

Guzmán triunfó en el pasado Festival de Málaga con justícia presentándonos esta mirada cercana a la adolescencia perdida actual y a las familias separadas, con un pulso dramático conmovedor y certero y un reparto ajustado en el que sus jóvenes protagonistas son una fantástica sorpresa.

Sorprendente y cálido debut en la dirección de Daniel Guzmán, un actor habitual en las series de comedia españolas, en el que relata la vida o más bien la supervivencia de Darío, un desorientado chaval de 15 años, en un barrio de la periferia de Madrid, marcado por la ruptura y las continuas desavenencias de sus padres y que le hacen siempre estar en medio de sus conflictos.

Marcado por ese malsano ambiente familiar, lo que provoca que deje aparcado los estudios, nuestro protagonista buscará refugio fuera de casa en busca de su independencia y huyendo de ese infierno que no le deja de torturar. Para ello contará con la inestimable ayuda de su inseparable e incondicional amigo de toda la vida Luismi, todo un fiel escudero.

En su búsqueda personal se irá topando con gente a la que poder considerar su familia, como Caralimpia y Antonia, el primero un mecánico del tres al cuarto con apariencia de triunfador que le da un trabajillo en su taller y que le enseña los secretos que esconde la vida, como disfrutar de Julio Iglesias, y la segunda una solitaria anciana que no para de moverse para no pensar en la tristeza que lleva dentro y que acoge a Darío con mucho cariño y amor desde el principio.

Cabe destacar al elenco de protagonistas que hacen que la historia alcance grandes dosis de humanidad y autenticidad. Un entrañable relato que muestra de una manera cercana e identificadora varios de los problemas que están instalados en la sociedad española actual. Todo ello salpicado con frescas gotas de sentido del humor.

En definitiva un agradable producto para ver en familia que hará reflexionar sobre nuestros comportamientos hacia nuestra familia y amigos, y que augura un futuro más que prometedor al novel director.